Pantano de Aracena, en la cuenca hidrográfica del Guadalquivir

La reserva hídrica de la cuenca del Guadalquivir se encuentra a un 18,8% de su capacidad, volviendo a bajar con respecto al informe del día 11 de octubre del Ministerio para la Transición Ecológica, en el que se encontraba al 19%.

El avance de la sequía es preocupante, porque a nivel nacional los datos no son mejores dado que las reservas nacionales se sitúan al 31,4% de su capacidad total. Los embalses almacenan actualmente 17.599 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, disminuyendo en la última semana en 148 hectómetros cúbicos (el 0,3 por ciento de la capacidad total actual de los embalses).

Las Cuencas Internas del País Vasco es la zona en la que la reserva hídrica es más alta, donde se encuentran al 71,4%. Las precipitaciones han afectado considerablemente a la vertiente Atlántica y en menor medida a la vertiente Mediterránea. La máxima se ha producido en Lugo con 55,4 mm (55,4 l/m²).

Medidas para hacer frente a la sequía

Tras decretar el Estado de Alerta por sequía, los distintos ayuntamientos de los municipios abastecidos por Emasesa han impuesto una serie de restricciones para tratar de ahorrar agua ante la falta de precipitaciones. Entre ellas se encuentran las restricciones del uso de agua potable para regar jardines, praderas, árboles, zonas verdes y deportivas, independientemente de que sean públicos o privados, así como la prohibición del riego o baldeo de calles, sendas y aceras.

Además, tampoco se podrá llenar la piscina, estanques o fuentes mientras duren estas medidas y solo podrán funcionar si tienen un sistema de recuperación del agua o un circuito cerrado. Lavar el coche tampoco se podrá hacer con una manguera, a no ser que dicha actividad la realice una empresa que se dedique de forma profesional a ello. Por último, las instalaciones de refrigeración y acondicionamiento que no tengan sistema de recuperación o circuito cerrado también se verán afectadas por las restricciones.

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