Cuarteto En mi caseta cabe todo el mundo - Manuel Fernández (Ayuntamiento de Cádiz)

La undécima sesión de preliminares del COAC comenzó en el Gran Teatro Falla en agosto de 1947 con el recuerdo de la explosión del polvorín de la Armada y una representación del momento en el que el gobernador civil autorizó el regreso de «la fiesta de los coros».

El coro de Antonio Procopio, bajo el nombre La piñata, se presentó como un homenaje a aquella histórica agrupación La Piñata Gaditana. El grupo aseguró que «vuelve a Cádiz la locura de febrero» caracterizado de payaso, destacando por encima de todo el colorido.

Los tangos que firman José Ramón Peñalver, Francisco Manuel Cárdenas y José Carlos Armario estuvieron dedicados a la ciudad de Cádiz, el mes de febrero y al propio tango. En ellos destacó la música de Manuel Sánchez Alba, Noly. En un coro de regresos, regresaron también la cupletinas que protagonizaron los cuplés de los coros, la heredera de la Corona y el exconcejal de Fiestas, Vicente Sánchez.

El popurrí de La piñata fue una vuelta a la idea de la recuperación del Carnaval y un canto a la Fiesta gaditana por excelencia. En él se pudo escuchar la melodía de una de las agrupaciones más recordadas en la ciudad, como es Las Viudas de los Bisabuelos del 55. Los coristas terminaron, además, esta pieza levantando «la veda de la libertad».

Coro La piñata – Manuel Fernández (Ayuntamiento de Cádiz)

La consentida

Alcalá de Guadaíra volvió al Gran Teatro Falla en la undécima sesión de preliminares del COAC gracias a la comparsa de las Niñas, La consentida. La agrupación que dirige Clara Rojas se presentó caracterizada de flores y demostró un gusto y una dulzura extraordinarios.

La primera letra sirvió a las comparsistas para saldar la deuda con sus madres, a las que describieron como «la luz en mi ventana». «Una madre no falla, no desvanece», dijeron. Por eso declararon que, «hasta que marchites, tú serás mi consentida». El segundo pasodoble fue un repaso a los olores de la infancia que tornó en denuncia social en sus últimos versos, en los que aseguraron que «por el olor del dinero, mi casa me la han quitado».

La tanda de cuplés no echó raíces. Destacó más aquel en el que explicaron la reproducción de las flores, asegurando que «es más efectivo cuando te ponen mirando a Cuenca». La delicia de esta pieza estuvo en un estribillo anclado al tipo y ejecutado sin fallos.

El pase de La consentida concluyó con un popurrí de regreso a la idea original. Las alcalareñas narraron el paso de la vida, vista desde su balcón, y repasaron la actualidad política a través de los colores, declarando que «el rojo de la rosa ya no va en un puño obrero y le atacan las gaviotas desde el azul de los cielos».

Comparsa La consentida – Manuel Fernández (Ayuntamiento de Cádiz)

Los ofendiditos

La comparsa de Raúl Villanueva y Javi Noriega se estrenó en la undécima sesión de preliminares del COAC con un tipo de ofendiditos, un personaje que se definió a sí mismo como aquel que «tu libertad de expresión con cadenas esclaviza» y que el grupo presentó como «aquel que de todo sabe y de nada entiende».

La primera copla de estos «Torquemadas de palabras» fue para esos usuarios que «escondidos en una trinchera» cargan contra los autores y las agrupaciones del concurso. El grupo censuró estos comportamientos con un «siéntate, disfruta y calla (…) que no sobran coplas, aquí sobras tú». La historia de Antonia y Manuel a quienes «no les salen las cuentas desde el 15 para comer», protagonizó un segundo pasodoble que interpretaron con rabia.

Los comparsistas de El Puerto de Santa María «se cagaron en los muertos» de todos los líderes de los principales partidos políticos españoles en el primer cuplé. La segunda letra fue para su abuela, que se ha hecho tiktoker. El pase por preliminares de estos «intelectuales de redes sociales» terminó con un popurrí dedicado en su mayoría a las ofensas.

Comparsa Los ofendiditos – Manuel Fernández (Ayuntamiento de Cádiz)

En mi caseta cabe todo el mundo

Iván Romero volvió al COAC en la undécima sesión de preliminares con su cuarteto o, mejor dicho, camping En mi caseta cabe todo el mundo. Una presentación cargada de bastinazos, marcó el inicio de esta historia en la que se dieron cita el gerente del camping; un triángulo amoroso formado por el Penas, un cubano y una Santera; un poeta de rimas facilones y un asesino en serie llamado Francis Cópata, que se encarga del mantenimiento.

La tanda de cuplés del cuarteto de los Niños fue para Felipe VI, del que dijeron que se «toca mejor los cojones» que el cajón flamenco, y para la historia de una cita romántica. El tema libre se caracterizó, al igual que la presentación, por su agilidad, terminando con una doble petición de matrimonio. La letra final fue un reclamo al Carnaval de este cuarteto, que aseguró que «sobran derrotistas, faltan compañeros» y, al mismo tiempo un piropo del autor a Cádiz: «sobran los motivos para entregarte mi alma».

Cuarteto En mi caseta cabe todo el mundo – Manuel Fernández (Ayuntamiento de Cádiz)

El barrio calavera

La comparsa DX, firmada por Alejandro Arteaga (letra), Rafael Fernández y Francisco Javier Sierra (música) subió a las tablas del Gran Teatro Falla en la undécima sesión de preliminares del COAC para trasladar a todos los aficionados a esa «otra vida» ubicada en El barrio calavera, un lugar en el que «el tiempo se revierte».

Una conversación entre un niño palestino y otro israelita que comparten lo que han perdido y echarán de menos como consecuencia del conflicto entre Palestina e Israel, protagonizó el primero de los pasodobles de la comparsa sevillana. El segundo de ellos fue una crítica al papa Francisco, al que reprocharon que, si bien dijo que «todo el mundo cabe en su Santa Iglesia», en su carta Fiducia supplicans, defina a las parejas homosexuales como «irregulares», rematando que la bendición más «sagrada y bonita» ya la tienen porque es la de sus padres.

La temática sexual inundó una tanda de cuplés, que podría «irse al otro barrio» y que antecedió a un popurrí en el que costó encontrar el tipo y con el que concluyó un pase por la primera fase del concurso que fue de más a menos en letra, pero no en interpretación. La agrupación cerró lanzando un mensaje vitalista contundente.

Comparsa El barrio calavera – Manuel Fernández (Ayuntamiento de Cádiz)

La callejera invisible

Las secuelas están de moda en el Carnaval de Cádiz. Los Molina trajeron a la undécima sesión de preliminares del COAC la chirigota La callejera invisible, la continuación de Amo a escuchá, la propuesta presentada para la edición de 2023. La idea: chirigoteros encarcelados por cantar obscenidades en el Gran Teatro Falla.

Después de una presentación de descargas eléctricas, el grupo agradeció al público el apoyo recibido en el pasado Carnaval después de conseguir el primer premio de chirigotas. No obstante, el primer pasodoble fue también una crítica a quienes los despreciaron por su procedencia. La chirigota remató la letra asegurando «que no venimos de fuera, venimos de la provincia y somos gaditanos». La segunda copla, muy aplaudida por el público, la dedicaron a sus hijos a los que aconsejaron en su estreno como chirigoteros.

Cupletinas también en esta chirigota, que hizo dos tandas simpáticas de tres y las dedicaron a la polémica maternidad de Ana Obregón, la okupación de su casa y la vida sexual de una pareja. No obstante, la cupletina más destacada fue la que dedicaron al mal aliento de algunas personas a las que hasta el café les dice «yo me enfrío sólo» cuando le soplan.

El popurrí, efectista y al tipo, en el que los presidiarios narraron algunas de sus experiencias más destacables en prisión, puso el punto y final a la actuación de la chirigota que defiende el primer premio y que terminó pidiendo libertad durante la fiesta del Carnaval «porque Cádiz es la ciudad donde, si estás en un boquete, te dibujas un colorete y las penas se te van».

Chirigota La callejera invisible – Manuel Fernández (Ayuntamiento de Cádiz)

El cielito de los cómicos

Algeciras cerró la undécima sesión de preliminares del COAC con la comparsa El cielito de los cómico, una agrupación firmada por José Rafael Castro Maíllo, Manuel Antonio Calderón Guillén y José María Durán Monroy, El Rizo en la que Cantinflas es comparsista y pide a San Pedro (Juan Manuel Braza, Sheriff, caracterizado de Los del veredicto) entrar en el cielo.

Primer pasodoble muy al tipo, en el que Cantinflas recordó su experiencia como pregonero y aquella Gran Final de 1983 que vivió en el Gran Teatro Falla. De pregonero a pregonero, la segunda copla se la dedicó el grupo a Sheriff pidiéndole que en San Antonio obre «un milagro de pregonero» y bendiga el Carnaval.

La tanda de cuplés no destacó mucho con referencias a la política nacional. Sí lo hizo más el estribillo, llevado al tipo igual que el popurrí en el que destacó el sentido homenaje que hicieron a Cine cómico, chirigota algecireña que consiguió llegar a la Gran Final de 1983 y que ha cumplido ahora 40 años.

Comparsa El cielito de los cómicos – Manuel Fernández (Ayuntamiento de Cádiz)

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