La plataforma de mensajería Telegram nació en 2013 en Rusia, creada por dos hermanos que estaban totalmente al margen del ecosistema tecnológico de Silicon Valley: Nikolái y Pável Dúrov. Una década después, la aplicación se ha consolidado como una referencia y, aunque queda lejos del número de usuarios de WhatsApp, ha ido aumentando su oferta de prestaciones.

Los investigadores de la Universidad de Granada Víctor Herrero Solana y Carlos Castro Castro, pertenecientes a la Facultad de Comunicación y Documentación, han analizado el funcionamiento de los 26 medios de comunicación con base en España que tienen un canal activo en Telegram. 

Un elemento relevante descubierto durante esta investigación es la poca cantidad de canales que están correctamente verificados: apenas un tercio de ellos. La verificación de un canal es gratuita y relativamente sencilla, especialmente si el medio ya se encuentra en otras redes sociales. «Sin embargo, parece que los medios no prestan atención a este punto vital. Tampoco suelen enlazar el canal desde el propio sitio web, mientras que es relativamente frecuente encontrar enlaces desde la web de los medios a las otras redes sociales tradicionales», explica el catedrático del Departamento de Información y Comunicación e investigador de este estudio, Víctor Herrero.

Implicaciones de no verificar un canal de Telegram

¿Qué implicaciones puede tener la ausencia de verificación de los canales de noticias en Telegram? «Es particularmente grave, ya que los usuarios solo pueden encontrar los canales buscándolos en el propio interfaz de Telegram. Pero el hecho de que un canal tenga el nombre de un medio no necesariamente quiere decir que está gestionado por este medio. Cualquier persona podría dar de alta un canal de Telegram con un nombre de un medio conocido, o similar, y alimentarlo con noticias, pero elegidas por la propia persona», detalla el investigador Carlos Castro. De esta manera, se puede sesgar el perfil del medio con los contenidos que respondan al interés de quien lo suplanta. Los investigadores de la UGR denominan este fenómeno como «fake channels» y lo califican como una sutil y nociva forma de «fake news».

Herrero y Castro han podido incluir el canal RT en español (Russia Today) en el estudio porque tomaron los primeros datos justo antes del comienzo de la invasión rusa de Ucrania. Actualmente, el canal está bloqueado en Europa por su difusión de noticias falsas relacionadas con la guerra. «Sin embargo, no sabemos aún cuál es el alcance que pueden tener los «fake channels» entre los medios españoles. Los suscriptores deberían tener todas las garantías necesarias para el consumo de noticias de manera automática y personalizada. Por esta razón estamos trabajando ahora en la identificación de canales falsos y en la definición de un modelo de creación y gestión de canales de información confiables», exponen Víctor Herrero y Carlos Castro.

Ranking de los medios en Telegram

Los investigadores de la Facultad de Comunicación y Documentación de la UGR han elaborado un ranking basado en la cantidad de suscriptores y en el número de noticias posteadas. El principal hallazgo es que el tope del ranking lo ocupa el medio ruso RT en español, con más de 100.000 suscriptores, más del doble que su inmediato seguidor, que es eldiario.es. Los grandes periódicos españoles (El País y El Mundo) tienen apenas una décima parte de los suscriptores de RT y se ubican en el noveno y décimo puesto respectivamente. En el ‘top ten’ aparecen medios bastante alternativos como elnacional.cat y euskalnews.com, que aportan noticias que van desde el nacionalismo clásico hasta el libertarismo antivacunas.

En cuanto al volumen de información, el estudio demuestra que medios como 20 Minutos presentan una estrategia que consiste en “bombardear” al suscriptor con una gran cantidad de noticias, decenas de miles, mientras que hay otros como La Sexta y Libertad Digital que proveen una cantidad razonable de noticias. «Porque esta es la clave de un canal de Telegram: mantener un flujo de información que refuerce el vínculo del usuario con el medio sin saturarlo», explica Carlos Castro. Se hace un uso intensivo del contenido multimedia, especialmente las fotos, pero no se detecta un empleo importante de otras opciones como son los hashtags. «Incluso los canales que usan hashtags lo hacen de una forma incorrecta e incompleta. Una buena gestión de hashtags puede convertir un simple canal de un medio en una verdadera base de datos de noticias», concluyen los autores del estudio.

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