Imagen que muestra el nivel de los lodos del desastre de la mina de Aznalcóllar / EA
Imagen que muestra el nivel de los lodos del desastre de la mina de Aznalcóllar / EA

Después de 22 años el accidente y desastre ecológico de la mina de Aznalcóllar sigue coleando. Este jueves tiene ha tenido lugar la vista previa del litigio por la última demanda de la Junta de Andalucía contra la empresa minera sueca Boliden. Como ha adelantado Europa Press, la Administración exige 89,9 millones de euros en concepto de limpieza y recuperación del hábitat, fauna y flora de la hecatombe que tuvo lugar en 1998. Sin embargo, la empresa sueca se niega a abonarlo.

A pesar de que representantes de Boliden Aprirsa, Boliden AB y Bolien BV han expresado que lamentan «profundamente el vertido de los lodos contaminantes» piden que se desestime la demanda y, por tanto, el reembolso. Según la empresa sueca, no hay obligación de compensar a la Junta de Andalucía por los trabajos de recuperación ambiental ya que «la propia Junta autorizó el recrecimiento de la balsa que se vertió».

En esta línea, Boliden pone como ejemplo algunos gastos no imputables como el de la creación del Corredor Verde del Guadiamar.

La catástrofe de la mina de Aznalcóllar

El 25 de abril de 1998 se produjo la mayor catástrofe ambiental ocurrida en Andalucía, provocada por la rotura de la balsa de residuos tóxicos que la minera sueca Boliden tenía en Aznalcóllar. El vertido provocado inundó la cuenca del Guadiamar y el Espacio Natural Doñana con seis Hectómetros cúbicos de lodos altamente tóxicos. La recogida de los lodos y la restauración del área afectada corrió a cargo de la administración y costó aproximadamente 200 millones.

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