Durante el mes de agosto de 2022, las playas de la costa de Granada fueron testigos del regreso de una peculiar especie de medusas conocidas como «medusas huevo frito». Estos invertebrados, caracterizados por su apariencia amarillenta y una protuberancia naranja en el centro que los asemeja a un huevo frito, hicieron su presencia en estas costas.

Estas medusas pueden llegar a medir hasta 30 centímetros y tienen una esperanza de vida que oscila entre los dos y los seis meses. Ante su proliferación, se han tomado medidas por parte del Gobierno, incluso se ha considerado el uso de redes de pesca como medida preventiva.

El avistamiento de estas medusas en la costa se atribuye a diversos factores, como la influencia humana, el cambio climático y las condiciones meteorológicas. En el caso del Mar Menor, se enfrenta a un serio problema de eutrofización debido a altas concentraciones de nitratos provenientes de fertilizantes agrícolas, lo cual ha ocasionado una gran mortandad de peces y crustáceos. Sin embargo, es importante señalar que estas medusas se alimentan en mayor medida cuando hay altos niveles de nitratos en el agua, aunque también dependen de la transparencia para llevar a cabo la fotosíntesis.

Aunque las picaduras de estas medusas resultan molestas e irritantes, causando sensación de ardor en la piel, es importante destacar que no son tóxicas. Para aliviar los síntomas, se recomienda lavar la zona afectada con agua de mar en lugar de agua dulce. Además, se puede aplicar cebolla, vinagre o agua con bicarbonato para aliviar el malestar. Posteriormente, se aconseja aplicar alcohol en la zona afectada dos o tres veces al día durante tres días.

¿Qué come la medusa del mediterráneo?

Es curiosa la relación de simbiosis con unas microalgas que le permite alimentarse de la luz del sol, como si de una planta se tratase. Esto hace que pueda desplazarse hasta la superficie donde es común encontrarlas formando rebaños de kilómetros de largo y ancho.

Sin embargo, también se alimenta de plancton, peces pequeños y otras especies de medusas. A todas sus presas las capturan empleando la misma técnica: inyectan las toxinas presentes en sus cnidocitos, lo que les permite atraparlas con mayor facilidad al quedar inmóviles a partir de ese momento.

Es importante destacar que otros muchos tipos de peces son inmunes a su veneno, por lo que utilizan los tentáculos de la medusa «huevo frito» para pasar desapercibidos ante posibles depredadores o aprovecharse de lo que han cazado con anterioridad las propias medusas.

¿Dónde vive la medusa «huevo frito»?

Durante el verano (especialmente en sus últimos días) suele verse por las costas mediterráneas pero, cuando llega el invierno y el clima se enfría, se desplaza a alta mar. Y es que las medusas son consideradas por muchos como las mejores nadadoras del mundo. Esta especie en concreto se considera una de las dos especies de mayor tamaño que se observan en este litoral. Como curiosidad, cabe resaltar que para su ciclo reproductivo necesitan de un sustrato rocoso, lo que les hace acercarse a la costa y más concretamente a lugares como las calas.

El veneno de esta medusa no es peligro para nuestra salud, pero le sirve para defenderse frente a posibles depredadores. Es una medusa habitual del Mediterráneo oriental, y se convierte en una molestia para aquellas personas que están disfrutando de un merecido baño en la playa. La irritación de la piel o la sensación de ardor en la zona que ha tenido un contacto con los filamentos venenosos de esta medusa son los dos síntomas más habituales.

Por último, se trata de una especie que no suele sumergirse demasiado. Esto provoca que, además de permanecer siempre cerca de la superficie, sucumba con facilidad ante las mareas.

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