La NASA ha advertido de que Doñana se seca debido al turismo, la sequía y el cultivo de la fresa a través de un tweet publicado este miércoles en su cuenta oficial, resaltando la creciente in quietud sobre el destino del Parque Nacional de Doñana. La reserva natural se encuentra inmersa en la controvertida proposición de ley de regadíos en la Corona Norte, impulsada por los partidos políticos PP y Vox. A las preocupaciones planteadas por la comunidad científica, agricultores, oposición política y la Comisión Europea, ahora se suma un informe alarmante de la NASA que revela la preocupante situación de sequía en Doñana.

La agencia espacial estadounidense deja claro que las aguas subterráneas de este humedal se están utilizando «para la agricultura y el turismo más allá de los límites del parque», lo que ha agravado aún más la situación debido al cambio climático que afecta al sur de España. «Doñana ostenta los títulos de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y Reserva de la Biosfera, así como un humedal Ramsar. Sin embargo, el desarrollo fuera de las áreas protegidas, sumado a la prolongada sequía, ha ejercido presión sobre el acuífero compartido y ha puesto en peligro el ecosistema y su estado protegido», argumenta la agencia en su informe.

Los cultivos

El comunicado de la NASA también destaca un cambio significativo en las prácticas agrícolas de los agricultores cercanos al humedal en las últimas décadas. Según el informe, han pasado de cultivar cultivos resistentes a la sequía, como olivos y cereales, a cultivos que requieren más agua, especialmente fresas. España es uno de los principales exportadores de fresas y la mayoría de ellas se cultivan en la provincia de Huelva, donde se encuentra el parque de Doñana.

La NASA explica que un estudio realizado durante tres décadas, utilizando datos de satélite, ha demostrado el impacto de la extracción de agua del acuífero en los humedales. Los científicos de la Estación Biológica de Doñana han concluido que «el uso de agua subterránea ha provocado una disminución en la frecuencia de inundación de la mayoría de los estanques analizados y, en algunos casos, incluso su completa desaparición».

El turismo y Matalascañas

«Los impactos más notables aparecen directamente adyacentes a donde se bombea el agua. A lo largo de la costa, la ciudad turística de Matalascañas se ha acumulado desde la década de 1970 y aprovecha las aguas subterráneas. Un campo de golf que funcionó allí durante 17 años redujo la inundación de estanques durante ese tiempo. En la franja occidental del parque, los invernaderos que cultivan fresas y otros cultivos de bayas se extraen del acuífero para el riego», prosigue la Nasa.  

Así, la agencia espacial de EEUU ha indicado que el 59% de los humedales «no se ha inundado desde 2013, y el 83% se está inundando» menos y por menos tiempo. Muestra de ello es una fotografía compartida en el artículo de la NASA donde se compara la laguna del Zahílla en junio de 2011 y octubre de 2022.

Comparativa entre 2011 y 2022. Carmen Díaz Paniagua

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