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Los vecinos de El Bejarín, municipio granadino, culpan al matadero de pollos de la zona de contaminar con sus vertidos el río Fardes, que pasa por esta localidad. Hasta la creación de este matadero, el río Fardes era un lugar en el que los vecinos se bañaban y pescaban, pero ahora sus aguas están completamente contaminadas con vísceras y sangre proveniente de este matadero.
La fauna del río ya no existe, no quedan ni peces ni cangrejos debido a la toxicidad de las aguas. Los vecinos de El Bejarín llevan años quejándose de esta situación, dado que el olor del agua llega hasta la localidad y las aguas facilitan la proliferación de mosquitos, además de no poder disponer del río para bañarse, más aún con este verano tan caluroso.
El matadero se lava las manos
Este matadero crea cerca de 1000 puestos de trabajo en la localidad y asegura que la situación del río no se debe a su actuación. En el año 2015, la actual propietaria del matadero la que lo adquirió y reformó, adaptando los filtros de depuración, permitiendo que ahora «tengan la calificación ambiental de la Junta de Andalucía», explica José Luis Martínez, alcalde de Purullena, localidad a la que pertenece El Bejarín, a NIUS Diario.