En su orígenes, el puchero andaluz se conoció como una comida campera andaluza, de la gente más humilde. Tras tomar el caldo, se aprovechaban todos los restos para elaborar otros platos, por lo que de un guiso se comía durante algunos días.

El puchero andaluz se hace cociendo diferentes tipos de carnes como pollo, gallina, ternera, huesos salados y de jamón, verduras y mucho agua, para posteriormente poder utilizarlo como sopas o caldos. A los pucheros más secos se les llama en Andalucía potajes o cocidos.

El puchero se suele presentar en el mismo cuenco de barro o sopera, y se sirve en un plato con todos sus avíos. También se sirve en cuencos individuales cada uno con sus ingredientes: el caldo, la pringá, las verduras y los garbanzos; o en fuente grande, todos colocados al lado del otro, y cada comensal se sirve un poco de cada. Con el puchero se pueden hacer multitud de platos, como sopa de arroz, fideos, sémola, trigo, ropa vieja, croquetas, relleno de empanadas, etc…

Estos son los ingredientes necesarios y el modo de elaboración.

Ingredientes:

  • 250 gr. de garbanzos remojados
  • 1 muslo de pavo
  • 1 trozo pequeño de tocino
  • 1 hueso blanco
  • 1 hueso de jamón
  • 1 costilla salada
  • 1 trozo de ternera
  • 1 apio
  • 1 nabo
  • 2 zanahorias
  • 2 patatas
  • 1 puerro
  • Sal
  • 5 litros de agua
  • Mata de hierbabuena

Modo de elaboración:

Poner los garbanzos en remojo con agua durante toda la noche. Escurrir, enjuagar bien los garbanzos y los huesos, ponerlos en la cubeta junto a las verduras picadas y el resto de los ingredientes. Agregar un poco de sal, a discreción, pues ya los huesos están salados.
Cubrir con agua hasta el máximo. Puedes hacer en puchero, es decir, cociendo todo junto a fuego lento, unas tres horas, retirándole la espuma e impurezas que va soltando. También se puede hacer en olla a presión, taparlo y ponerlo al fuego y cocer unos 30 minutos, contando desde que empieza a pitar.

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