«Una beh, kuando yo tenía zeih z’añiyoh, bi un dibuho mahnífiko en un libro a tento’e la zerba bihen ke ze yamaba ‘Histoires Vécues (Ihtoriah bibíah)'». Éste es el comienzo de la novela de Saint-Exupéry, El Principito, traducida al andaluz, según afirman sus autores.

El pasado mes de mayo saltó la polémica en los medios de comunicación. El cuento de El Principito había sido supuestamente traducido al dialecto andaluz. Detrás de semejante peripecia no se encontraba ningún periodista con ansías de protagonismo, sino un sindicato, el Sindicato Andaluz de Trabajadores.

Como no podía ser de otra forma la convocatoria realizada para los medios de comunicación iba escrita en el mismo dialecto que se utiliza en el libro:

«Ô imbitamô a la presentasión der libro»

Las redes sociales no dejaron títere con cabeza tratando la polémica. Muchos se tomaron con humor la acción política del SAT, otros sin embargo mostraron su indignación, tachándoles de fomentar la incultura.

 

 

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