La Consejería de Salud y Familias está ultimando una Guía de Práctica Clínica prevenir en pacientes que han tenido un ictus y que, además, padecen arritmia, un segundo episodio. Esta guía es una actualización del documento publicado por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en 2008 y se centra en el análisis de los beneficios y riesgos que diferentes tratamientos anticoagulantes pueden generar en los pacientes.

Esta guía aborda la prevención tanto en el ámbito de la atención primaria como de la atención hospitalaria y su objetivo es elaborar recomendaciones que sirvan de ayuda a los profesionales sanitarios del Sistema Nacional de Salud (SNS) en la toma de decisiones ante un problema de salud muy relevante ya que se estima que en Europa Occidental el riesgo de presentar un nuevo ictus en los 10 años tras haber sufrido un primer ictus es del 39%.

Este proyecto se encuentra actualmente en proceso de revisión externa por las sociedades científicas más relevantes a nivel nacional, y ha contado con expertos de las disciplinas involucradas en la atención del paciente con ictus (neurología, medicina interna, medicina de familia, farmacia y enfermería) y asociaciones de pacientes.

Para su elaboración se han realizado revisiones sistemáticas de cada pregunta de investigación y se ha utilizado el proceso de calificación de la evidencia y elaboración de recomendaciones propuesto por el Grupo de Trabajo GRADE (Grading of Recommendations, Assessment, Development and Evaluation).

Participación ciudadana

Hay que destacar que en la elaboración de la Guía los pacientes y familiares han tenido un papel fundamental colaborando en la elaboración de herramientas de ayuda a la toma de decisiones, lo cual facilitará la decisión compartida en el momento de instaurar un tratamiento preventivo tras sufrir un ictus.

En noviembre, tras finalizar el proceso de revisión externa, la Guía se someterá a una exposición pública en el portal de GuíaSalud, como paso previo a su publicación como Guía del Sistema Nacional de Salud. Durante esta fase, podrán participar asociaciones de pacientes o representantes (familiares y cuidadores), colegios profesionales, instituciones sanitarias, industria sanitaria, agencias y unidades de evaluación de tecnologías sanitarias, entre otras, para incorporar sugerencias hasta final del primer trimestre de 2022.

Evaluación de Tecnologías

El Servicio de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, dependiente de la Secretaría General de Investigación, Desarrollo e Innovación en Salud de la Consejería de Salud y Familias, y miembro de la Red Española de Agencia de Evaluación de Tecnologías y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (https://redets.sanidad.gob.es ), tiene entre sus funciones evaluar tecnologías sanitarias que tienen una finalidad que puede ser diagnóstica, de tratamiento, prevención o incluso fórmulas de organización sanitaria.

El objetivo último es facilitar la toma de decisiones informada sobre tecnologías sanitarias a lo largo de todo su ciclo de vida -incorporación, uso y obsolescencia- para mejorar los resultados en salud de la población así como la calidad, equidad y sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de Andalucía.

Junto a ello, elabora guías de práctica clínica y recomendaciones basadas en la evidencia y, como parte de una línea específica de trabajo, produce documentos metodológicos que, además de servir de guía a la comunidad dedicada a la evaluación de tecnologías sanitarias, pueden ser de utilidad para la evaluación en los centros sanitarios y la comunidad investigadora en servicios de salud.

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