Teresa Ribera, frente a las cámaras
Teresa Ribera, frente a las cámaras

Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica del Gobierno, ha respondido a la solicitud de la Junta de Andalucía para que el Vado del Quema se vuelva a llenar de agua con vistas al Rocío, para que los peregrinos lo crucen la próxima romería.

La ministra Teresa Ribera, ha opinado que «no es buen año» para que la Junta solicite el desembalse en el río Guadiamar, y denuncia que el gobierno de Juanma Moreno de pretenda «ponerse una medalla» ante los miles de peregrinos que atravesarán este paraje natural del término municipal de Aznalcázar, en Sevilla, a finales de mayo, justo antes de las elecciones municipales del 28-M.

También ha criticado la posición ahora «contradictoria» del Ejecutivo andaluz en un año especialmente duro en estos términos por la sequía, quedando en una situación crítica el campo andaluz. Ribera ha remarcado su crítica, diciendo que «no se puede uno quejar de que hay sequía y simultáneamente hacer una petición de estas características».

El paso de Hermandades por el vado de Quema tiene su origen en las primeras peregrinaciones de devotos a la Aldea del Rocío, cuando incluso no se habían constituido las Hermandades como tal. Actualmente el Vado de Quema, es paso obligado de 51 Hermandades y 10 Asociaciones Rocieras.

El llenado de agua del Vado del Quema por parte de la CHG

Un paso que ahora atraviesa una sequía extrema, situación ante la cual la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) está estudiando el llenado de su caudal con vistas al Rocío del próximo año, haciendo posible el cruce de los peregrinos y de sus animales. Advierten, sin embargo, que «aún no se ha decidido nada, estamos en estudio, pues la solicitud la hemos recibido este miércoles».

Sólo en dos ocasiones las hermandades han prescindido del paso por el vado. La primera vez fue en 1998, tras el desastre de la mina de Aznalcóllar, que impregnó la zona de lodo, imposibilitando el cruce de los peregrinos. La segunda fue en 2016 como consecuencia de las fuertes lluvias que hacían de nuevo imposible el paso por el vado del Quema.

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