Denuncian la muerte de un perro por un cazador / EA
Denuncian la muerte de un perro por un cazador / EA

El Partido Animalista (PACMA) ha denunciado la muerte de un perro que ha sido disparado por un cazador en la Sierra de Baza de Granada. Los hechos sucedieron el pasado 9 de marzo cuando Nerón, nombre del animal abatido, paseaba junto a otras tres personas en el Parque Natural.

El animal falleció a los pocos minutos después de que el presunto autor de los hechos argumentara que «pensaba que era callejero» y que «le iba a robar las piezas de caza». En un momento de despiste, el cazador ocultó el cuerpo del animal en el área escarpada para evitar que lo viera el Seprona, sin que se haya encontrado aún.

El paseo de unos senderistas que acabó con la muerte de su perro Nerón

El miércoles 9 de marzo tres senderistas que hacían un recorrido por el Parque Natural de la Sierra de Baza para observar los almendros en flor escucharon «una fuerte explosión». Nerón, el perro que les acompañaba, que iba unos diez metros más adelante y que pertenecía a uno de los paseantes, comenzó a gritar mientras se desplomaba entre las rocas del terreno escarpado. «Pensé que había mordido una granada abandonada», explica su familiar.

Imagen del perro asesinado, Nerón. / EA

El animal había recibido un disparo por la espalda sin orificio de salida. Uno de los senderistas, médico de profesión, identificó signos de muerte inminente y recomendó a su compañero que se despidiese: «se va a morir, abrázalo. Abrázalo fuerte».

El cazador que mató al perro se negó a dar sus datos y ocultó el cadáver

Según el PACMA, el cazador contaba con licencia de caza y llevaba indumentaria de camuflaje presuntamente prohibida. Además «no mostró ningún tipo de arrepentimiento o conmoción por lo ocurrido». Lejos de esto, «se negó en reiteradas ocasiones a desmontar el arma». Su explicación fue que no quería que «le quitasen las perdices cazadas».

Por otro lado, el cazador que mató al perro Nerón se negó a aportar sus datos e intentó huir del lugar. Sin embargo, el relato del PACMA recoge que las tres personas senderistas evitó que el cazador abandonara el lugar y llamaron al Seprona para que se le abriera expediente.

Afortunadamente, el propietario de Nerón tomó varias fotografías del cadáver en vistas a la intención de fuga del presunto autor. Entonces el Seprona pudo dar crédito a la existencia de dichos restos de sangre y, por tanto, de la veracidad de los hechos.

El Partido Animalista ha expresado su enorme preocupación ante la cantidad de sucesos de carácter similar que se han venido sucediendo y documentando los últimos años: «los cazadores entienden que el campo es su propiedad y pueden hacer y deshacer en él; si no quieres arriesgarte a recibir un tiro o que lo reciba un ser querido, no puedes pisarlo. Prácticamente te hacen entender que si te ocurre algo es por tu propia imprudencia».

La formación política animalista se encuentra estudiando la posibilidad de personarse como parte interesada en el proceso judicial que se desarrollará tras la denuncia del propietario del animal.

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