Rafael Zornoza con el Papa el pasado junio. - Diócesis de Cádiz y Ceuta

El Vaticano ha destituido al obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, tras abrirse una investigación canónica por presuntos abusos a menores cometidos en la década de los noventa, cuando ejercía como rector en un seminario madrileño. Se trata del primer obispo español en ejercicio apartado de su cargo por una acusación de esta naturaleza, un hecho sin precedentes que marca un punto de inflexión en la actuación de la Iglesia en España ante este tipo de casos.

La Santa Sede ha actuado con celeridad desde que recibió la denuncia formal y, tras una investigación preliminar, ha decidido fulminar a Rafael Zornoza y nombrar un administrador apostólico que se haga cargo de la diócesis mientras continúa el proceso interno. Aunque el caso está prescrito en la vía civil, la Iglesia mantiene abierta la causa canónica, que podría suponer sanciones eclesiásticas de gran calado.

La destitución ha provocado un fuerte impacto en la diócesis gaditana, ya debilitada por anteriores polémicas relacionadas con la gestión episcopal de Zornoza. Grupos laicales y colectivos de víctimas han aplaudido la decisión de Roma, que consideran un «mensaje inequívoco» de tolerancia cero ante los abusos.

Desde el entorno del obispo cesado, que niega las acusaciones, se limitan a asegurar que colaborará con la investigación. Mientras tanto, la diócesis entra en un periodo de transición marcado por la necesidad de recuperar la confianza de los fieles y reconstruir la estabilidad institucional.