Viajeros en el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol (Imagen de archivo). - Álex Zea - Europa Press - Archivo

Andalucía continúa liderando el turismo de residentes en España, concentrando el 20,81% de los viajeros y el 23,96% de las pernoctaciones. En agosto se alcanzaron cerca de 2,3 millones de viajeros (16,54% del total estatal), el mejor dato desde que hay registros, de los que el 58,32% fueron residentes en España y el 41,68% extranjeros; respecto a julio, los viajeros aumentaron un 7,93% y, en términos interanuales, un 3,54%. Las más de 7,5 millones de pernoctaciones supusieron el 15,74% del total nacional, segundo mejor dato histórico solo por detrás de agosto de 2018, con un incremento del 10,62% mensual y del 2,91% interanual.

La estancia media en Andalucía fue de 3,32 días, un 2,47% más que en julio y un 0,60% menos que en agosto de 2024. En paralelo, el grado de ocupación hotelera andaluz se situó en el 65,52%, por debajo de la media estatal (71,78%) y de comunidades como Baleares (89,55%) y Canarias (82,61%). La comunidad contó con 2.714 establecimientos abiertos y 143.057 habitaciones, 16 menos que en julio y por debajo de agosto de 2024 (2.745).

El empleo creció: 55.220 personas trabajadoras en agosto, 820 más que en julio (+1,51%) y 2.098 más que un año antes (+3,95%). En precios y rentabilidad, la facturación media por habitación ocupada (ADR) alcanzó 167,28 euros, un 7,66% más interanual y por encima de la media nacional (155,72 euros), mientras que el RevPAR fue de 129,92 euros, un 8,74% más e igualmente en línea con el dato estatal (125,03 euros, +6,95%).

El Índice de Precios Hoteleros subió un 5,60% en Andalucía (5,79% en España), coherente con los incrementos del IPC en paquetes turísticos nacionales (+3,8%) y en alojamientos (+3,9%).

Ante este escenario, UGT Andalucía defiende que la buena marcha del turismo se traduzca en mejoras salariales y recuperación del poder adquisitivo, reducción de la externalización y de la precariedad, más estabilidad para combatir estacionalidad y temporalidad, refuerzo de la formación y acreditación profesional, y una diversificación de la oferta que vincule rentabilidad con empleo de calidad. El sindicato aboga asimismo por avanzar en la reducción de la jornada en el sector hotelero para favorecer la conciliación, la salud laboral y un mejor reparto del trabajo.

En definitiva, la buena salud del turismo andaluz debe reflejarse en condiciones laborales dignas: es hora de dejar atrás la cultura de la precariedad y consolidar un modelo productivo que ponga en el centro a las personas trabajadoras