La Junta de Andalucía ha detectado recientemente en Almería ejemplares de mejillón egipcio (‘Brachidontes pharaonis’), una especie exótica invasora originaria del Mar Rojo. Este bivalvo, perteneciente al grupo de los mejillones, llegó al Mediterráneo a finales del siglo XIX a través del canal de Suez, motivo por el que se considera una ‘especie lessepsiana’.
La primera observación de esta especie se produjo en el Mediterráneo en 1876, concretamente en Egipto. Con el tiempo, su presencia se ha ido constatando en varios países de la cuenca oriental del Mediterráneo, como Líbano, Israel, Siria, Chipre y Turquía, donde actualmente es bastante frecuente. También ha colonizado distintas zonas de Grecia. En 1970 fue localizado en Malta y un año después en Sicilia (Italia). En pocas décadas se asentó en el Mediterráneo central con poblaciones muy abundantes, alcanzando densidades de más de 15.000 individuos por metro cuadrado.
Posteriormente se ha expandido hacia el norte de África, llegando a Túnez y hacia el Mar Adriático. En España se detectó por primera vez en 2020, con ejemplares vivos tanto en el Mar Menor (Murcia) como en la costa de la Comunidad Valenciana (Jávea y Calpe), aunque de forma todavía puntual. El mejillón egipcio está catalogado como especie invasora, por su gran capacidad de dispersión y por la facilidad con que forma concentraciones muy densas que desplazan a especies autóctonas.
El mejillón egipcio presenta un color pardo oscuro y es más pequeño que el mejillón común (‘Mytilus galloprovincialis’), ya que no supera los 40 milímetros. Se diferencia de este último por las numerosas y finas costillas radiales que recorren la superficie de su concha.
El ‘Brachidontes pharaonis’ habita entre algas superficiales de zonas batidas por el oleaje, justo por debajo del nivel medio de la marea, donde estas algas forman un tapiz compacto que actúa como sustrato resistente al embate marino. Su hábitat natural coincide con el de otro pequeño mejillón autóctono, ‘Mytilaster minimus’. Estas formaciones vegetales se localizan por debajo de los arrecifes del gasterópodo colonial (‘Dendropoma lebeche’), catalogado como vulnerable. Por este motivo, no parece que la especie invasora suponga una amenaza directa para su conservación, aunque ocasionalmente puedan competir por el mismo espacio.
Hasta ahora, el Equipo del Programa de Gestión Sostenible del Medio Marino ha identificado ejemplares vivos en dos puntos de la costa de Almería: la Isla de San Andrés, en Carboneras (Monumento Natural y Zona de Especial Conservación-ZEC) y el Islote de San Pedro, frente a Punta Javana, en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.
Por el momento, su presencia en la zona es puntual, aunque no se descarta que se expanda en los próximos años gracias a sus larvas pelágicas y que llegue a ser más abundante, como ya ha ocurrido en otras regiones del Mediterráneo. El mejillón egipcio resulta casi imposible de erradicar, ya que se oculta en densas masas de algas y cualquier intento de control podría dañar tanto el hábitat como a las especies autóctonas con las que convive.