Comienza la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en Andalucía con una mezcla de «nervios, ilusión e incertidumbre». Son cerca de 52.000 estudiantes andaluces procedentes del bachiller o de formaciones profesionales los que se enfrentan a los exámenes que determinarán su futuro académico. Lo hacen desde este martes hasta el jueves de esta misma semana. Son 138 lugares repartidos por todo el territorio andaluz, tanto en campus universitarios como institutos, los que son sede de examinación. Universidades como la de Sevilla son las que más alumnado acoge este año, con 11.265 inscritos y, seguida de la de Málaga (9.153), Cádiz (7.846) y Granada (7.377).
Cambio de planes
Desde primera hora de la mañana el alumnado está realizando pruebas de acceso que ahora son más complejas que en años anteriores. Si bien desde 2020 se implantó lo que se llamó el ‘modelo COVID’, este año se pierde la opcionalidad que desde la pandemia los estudiantes podían disfrutar. Mientras antes en un examen de Historia de España podían elegir uno de los cuatro temas propuestos a desarrollar, ahora solo pueden elegir uno entre dos opciones. Por otro lado, a partir de preguntas prácticas y reflexivas, el alumnado tiene que demostrar habilidades como el pensamiento crítico o la resolución de problemas.
La estructura sigue siendo la misma, con una fase de acceso –la obligatoria– con exámenes de Lengua Castellana y Literatura II, Historia de España o Historia de la Filosofía (el alumnado elige una de las dos), Lengua Extranjera II (normalmente inglés) y una materia troncal según la modalidad del bachillerato cursada (Matemáticas II, Latín II o Fundamentos del Arte II). A todo ello, se suma una fase de admisión que es opcional y hace subir la nota, permitiendo al alumnado examinarse de hasta cuatro materias más, de las que se tienen en cuenta las dos con mayor puntuación. La nota máxima alcanzable entre el 60% –la nota media del curso de donde proceden– y el 40% de la PAU, es de 14 puntos.
¿Qué viene después?
Cuando se supere la prueba, los estudiantes tendrán que esperar a la publicación de los resultados, con una fecha distinta dependiendo de la universidad. En función de las notas de corte, el alumnado podrá optar a las titulaciones deseadas en las propias universidades andaluzas o en las de otras comunidades autónomas. Para aquellos que no superen la prueba ordinaria o decidan presentarse únicamente a la extraordinaria, tienen prevista la cita bajo el mismo procedimiento en el mes de julio. Las carreras vinculadas a las ciencias vuelven a ser las más demandas, junto a titulaciones técnicas como ingenierías u otras emergentes como las relacionadas con la inteligencia artificial.
Las notas de corte, cada vez más ajustadas, hacen que la PAU sea un factor determinante para acceder a los estudios. Esta situación plantea críticas e incógnitas sobre si es sostenible el modelo que lleva años marcado por los cambios normativos y las reformas educativas, según apuntan miembros de la comunidad educativa. Con la PAU comienza la cuenta atrás para un futuro que, aunque incierto, ya les pertenece.