Una vecina de Sevilla ha denunciado un retraso de un año y cuatro meses en su seguimiento médico, es decir, 16 meses de espera para una segunda cita, tras detectarle un nódulo en la mama derecha dentro del Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama de la Junta de Andalucía. La paciente ha decidido hacer pública su situación como ejemplo de los problemas de demora que atraviesan algunos circuitos de diagnóstico en el sistema sanitario andaluz.
Según relata Facua, las primeras mamografías se realizaron en junio de 2024, cuando los radiólogos señalaron que se habían «encontrado hallazgos que recomiendan ampliar el estudio en el hospital» y que sería «citada desde la unidad de radiodiagnóstico correspondiente». Sin embargo, la nueva cita no llegó hasta el pasado 20 de octubre, dieciséis meses después del primer aviso.
El informe inicial describía un nódulo de densidad media en la mama derecha. Aunque se clasificó como lesión benigna (categoría 2), se aconsejaba realizar pruebas complementarias —entre ellas, tomosíntesis (mamografía 3D) y ecografía— para descartar riesgos.
Tras la cita finalmente recibida, las pruebas fueron realizadas y, tres días más tarde, el centro sanitario citó a la paciente para una biopsia ante los resultados obtenidos. La mujer se encuentra ahora a la espera del diagnóstico definitivo, tras más de un año y medio de incertidumbre.
El caso vuelve a poner sobre la mesa la preocupación por los retrasos en los programas de cribado oncológico y la necesidad de reforzar los tiempos de respuesta en pruebas diagnósticas que pueden resultar determinantes en la detección temprana del cáncer.

