La Fiscalía de Sevilla ha iniciado este jueves una investigación a raíz de la denuncia presentada el pasado martes por la asociación de mujeres Amama. En su escrito, la entidad señalaba la posible comisión de delitos de obstrucción a la justicia, encubrimiento y vulneración de la seguridad de la información sanitaria.
El Ministerio Público examinará ahora las supuestas modificaciones detectadas por algunas pacientes en los informes y mamografías disponibles a través de la plataforma Click Salud.
En su denuncia, Amama solicitó que la Fiscalía requiriera el volcado de los servidores informáticos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) donde se almacenan los registros del programa de cribado, y que se tomara declaración como testigo protegido a un profesional sanitario del Hospital Virgen del Rocío.
Por su parte, el SAS ha insistido en que todas las pruebas diagnósticas permanecen registradas en la historia clínica de las pacientes. «No se ha borrado ni destruido nada», ha subrayado la Consejería de Salud.
El organismo también ha explicado que en los historiales pueden visualizarse tanto las imágenes originales como las generadas durante el procesamiento, lo que puede dar lugar a la existencia de dos versiones de una misma proyección: una señalada y otra sin marcar.

