El Partido Popular de Andalucía, que ostenta la mayoría absoluta en el Parlamento autonómico, ha decidido bloquear la creación de una comisión de investigación sobre la gestión de los programas de detección precoz del cáncer en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). La iniciativa había sido impulsada de manera conjunta por los grupos de izquierda (PSOE-A, Por Andalucía y Adelante Andalucía) y, de forma paralela, por Vox, que coincidían en la necesidad de esclarecer las presuntas deficiencias en los cribados y las listas de espera diagnósticas.

El PP-A ha registrado este viernes su escrito de oposición, dentro del plazo de siete días previsto por el reglamento, impidiendo así que la comisión se constituya de manera automática. El paso dado por los populares supone que la propuesta deba someterse a debate en el próximo Pleno del Parlamento, previsto para los días 12 y 13 de noviembre, donde el veto del PP será determinante para tumbar la investigación.

Los grupos proponentes pretendían arrojar luz sobre «la gestión del sistema de detección precoz del cáncer del SAS y sus posibles responsabilidades políticas», después de que salieran a la luz retrasos y fallos en los programas de cribado de cáncer de mama. Según las denuncias, mujeres con resultados no concluyentes en sus mamografías estarían esperando durante meses una nueva cita, una situación que, en palabras de la oposición, «pone en riesgo la salud de las pacientes».

La portavoz socialista, María Márquez, junto a Inma Nieto (Por Andalucía) y José Ignacio García (Adelante Andalucía), acusaron esta semana al PP de “tapar” el problema utilizando como cortina de humo la presentación del proyecto de presupuestos de 2026, aprobado recientemente por el Consejo de Gobierno. Los tres grupos escenificaron su protesta ausentándose del acto oficial de entrega de las cuentas autonómicas en el Parlamento.

Vox, que presentó su propia propuesta de comisión, también considera que la investigación responde a un «interés público evidente» y denuncia una «negligencia» en la gestión del programa de cribado y de las listas de espera diagnósticas, uno de los principales focos de malestar en la sanidad andaluza.

Con esta maniobra, el PP evita que la Cámara autonómica abra un proceso de fiscalización política sobre una materia especialmente sensible: la prevención del cáncer. La decisión, sin embargo, alimenta las acusaciones de opacidad hacia el Gobierno de Moreno Bonilla, que vuelve a utilizar su mayoría absoluta para blindarse de un debate incómodo sobre los fallos de su sistema sanitario.