Buscando hace unas noches qué película ver de entre las miles opciones que nos ofrecen la televisión y plataformas, me encontré con el documental Antonio Machado. Los días azules en Netflix. Me lo habían recomendado, había seguido los premios que había recibido, lo tenía pendiente.

El título del largometraje hace un guiño a los versos que el poeta sevillano escribiera poco antes de morir: “… estos días azules y este sol de infancia” y nos hace entender hasta qué punto es el paisaje, las características de los lugares que rodearon al autor durante toda su vida, lo que sirve de hilo conductor en esta hora y media de despliegue audiovisual. A base de entrevistas con refutadas figuras de la cultura en nuestro país y el extranjero, imágenes de archivo, versos recitados en voz en off e incluso animación, acaba resultando evidente la dimensión y el legado de la figura que se retrata en pantalla.

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