Cuando se unen la experiencia de la vida y un deseo irrefrenable de conocimiento, el resultado es Pedro, una persona mayor de Dos Hermanas que se está sacando el Graduado y que maneja perfectamente internet. “Me ha gustado mucho el taller, porque habéis contado cosas de la Transición que no sabía”, dijo.  Pedro estaba en minoría, porque el resto de los asistentes al taller La Prensa en Andaluz, en el CEPER El Palmarillo, eran mujeres de entre 60 y 80 años.

Entre ellas, destaco el pundonor de una de las más ancianas, que padecía de sordera y tenía que mirar mis labios y los de Ángeles García atentamente para no perder comba de la exposición. Es toda una paradoja que su hijo sea una de las mejores voces del flamenco pop andaluz: Manuel Lombo.

Dos testimonios sobre los últimos años de la Dictadura sobrecogieron a los presentes. Por un lado, una alumna recordó: “Echaban una octavilla al suelo y no podías agacharte a recogerla. Había mucho miedo”. Por otro, una estudiante rememoró: “A mi hermano lo tenían fichado por haber ido a una manifestación”.

Hay miles de nombres que se le pueden poner a los niños, pero las casualidades de la vida hicieron que hubiera cuatro Ángeles en el aula además de mi compañera docente. Y se animaron a participar en los debates. La mayoría de los alumnos está de acuerdo en que los intervalos publicitarios en televisión son “abusivos” y tienen claro que cambian de canal, arriesgándose a perderse el momento de la expulsión en Supervivientes o en Yo soy del sur.

Es verdad eso que algún sabio dijo alguna vez de que “las personas que más aprenden a lo largo de su vida son las que se dedican a enseñar”. Gracias a nuestra visita a El Palmarillo, he sabido que el decano de la prensa gratuita andaluza es El Nazareno. El día que estuvimos allí, 8 de junio de 2017, pude leer el número 1.076 para un total de 23 años de existencia. Además, este gran pueblo de Sevilla cuenta con La Semana, otro periódico que se publica cada siete días. Y ambos están presentes en el CEPER. Y todos mis alumnos se fueron con ellos debajo del brazo. Así da gusto.

Hubo algunos que elogiaron el vídeo sobre periodismo andaluz, porque “necesitamos voces que nos representen bien”. Fue nuestra clase mas fluida hasta el momento merced al respeto exquisito y la participación activa del alumnado. Todos asentían también cuando les decíamos la diferencia de edad entre las presentadoras y los presentadores, una triste realidad machista que se da mucho en televisión.

En definitiva, otra experiencia muy enriquecedora con personas amables que tienen la firme convicción de que somos más libres si estamos bien informados.

Texto de Francisco José Núñez Barral

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