Hasta hace bien poco, la única forma que teníamos de leer la prensa era a través de su edición impresa. Lo podíamos comprar en el quiosco, podíamos acercarnos a un bar a leerlo mientras nos tomamos un café. ¿Alguien recuerda esos bares en los que la oferta de periódicos era casi mayor que la de tipos de tostadas?

 Vaya si han cambiado las cosas. Hoy ya no hace falta esperar a que el vecino termine de leer el resumen del partido de fútbol de ayer para poder consultar el periódico. Ahora solo tenemos que tener un teléfono o una tablet para leer la edición en web. O quizá incluso decidamos pagar por la edición en PDF, que es la misma que la impresa.

 Ya no hay excusas para no estar informados. Tenemos que leer prensa. Es un ejercicio muy sano y beneficioso para todos, pero con el cambio de formato tenemos que volver a aprender a leer prensa.

 Los periódicos o diarios tienen, como cualquier otro tipo de medio de comunicación, unas características propias y exclusivas que tenemos que conocer para así entenderlos mejor y aprovechar más lo que nos tratan de decir. Muchas de esas características han pasado del papel a la web, otras se han perdido y otras han aparecido nuevas.

 En los talleres de ‘La Prensa en Andaluz’ tratamos de quitar ese miedo que existe a veces a dar el salto y cambiar de formato. Entendemos que muchos hayan abandonado el formato impreso, pero intentamos que sea un traslado en vez de un abandono.

 La prensa sigue teniendo ese poder y esa importancia en la sociedad, sigue actuando como método de control y garante de muchos derechos de los ciudadanos.

La prensa puede cambiar de forma, de canal, añadir o eliminar elementos, pero nunca debería ser olvidada.

 Da un poco de miedo pensar que Iñaki Gabilondo tiene razón y que en unos años los periódicos de papel desaparecerán, pero si es ahí adonde vamos (y nosotros no contradecir a Gabilondo), más vale que nos preparemos y conozcamos las alternativas.

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