El segundo debate de las elecciones andaluzas en Canal Sur no ha defraudado. Subió en intensidad, en ingenio y sumó al carro a algunos actores que pasaron desapercibido en el primero como Juan Espadas (PSOE) e Inmacula Nieto (Por Andalucía).

No hubo vencedor claro. Casi todos jugaron el papel que les tocaba con más o menos brillantez. Sin embargo, sí hubo una perdedora, la candidata de Vox, Macarena Olona. Se expresó con torpeza y frases hechas, tirando de argumentario populista, sin propuestas y desubicada. Insistió en ofrecer al candidato del PP, Juanma Moreno, la vicepresidencia de la Junta, se enrocó con soberbia en la idea de someter a su rival directo. Debe ser que Olona no lee las encuestas en la que el partido de extrema derecha se desinfla respecto a las expectativas iniciales.

La alicantina sacó libros de texto de su atril para criticar la educación sexual en las aulas andaluzas. Le parece mal que se explique la masturbación. Teresa Rodríguez, la candidata de Adelante Andalucía, le replicó que a lo mejor prefieren que la educación sexual la expliquen curas que «dicen que masturbarse te deja ciego».

La líder de Adelante Andalucía volvió a ser incisiva contra Vox y evidenció las pajas mentales de Olona. De hecho, tiró de ironía para denominar a Olona como IberdrOlona, en referencia a las acciones que tiene en la multinacional energética: «Cuando le suben la luz a los andaluces usted gana dinero. Iberdrolona la podemos llamar en el día de hoy. Esa es la diferencia entre usted y yo». Olona no encajó el golpe y le replicó mencionando a Kichi, pareja de Rodríguez. Olona, en busca del voto obrero también criticó a los demás que mandarán tanquetas a reprimir las protestas del metal. «Los que reprimen son de su partido, lo escriben en las pelotas», le dijo también Rodríguez en referencia a las bolas de goma de las cargas policiales. Rodríguez dominó el formato y el lenguaje. Supo lanzar sus propuestas y no perdió la ocasión de visibilizar problemas cotidianos de Andalucía como el calor en las aulas.

El candidato popular, Juanma Moreno, salió victorioso del debate porque el desgaste sufrido fue mínimo. Recibió por todos los flancos, pero ningún golpe fue definitivo. Moreno Bonilla entró en Canal Sur con las protestas de los trabajadores de la RTVA en la puerta, así como de otros empleados del sector público, uno de ellos disfrazado de la vaca de la suerte. «Lo que había en la puerta de Canal Sur no era una romería», le insistió Inmaculada Nieto, candidata de Por Andalucía.

Nieto, con más soltura que en el primer debate, solo confrontó con Moreno Bonilla. Ignoró en lo posible las intervenciones de Olona. Repitió una y otra vez al presidente que le contestase a las preguntas que no le respondió en el Parlamento. Apretó todo lo que pudo con la precariedad en la sanidad y en el empleo, pero Juanma Moreno se escapó hablando de «ladrillo» y reformas y aperturas de hospitales.

El candidato socialista, Juan Espadas, mejoró en el debate de las elecciones en Canal Sur, respecto al primer debate. Más asentado, yendo al grano desde el primer minuto. La sanidad fue uno de los caballos de batalla junto a la financiación autónomica. Espadas recriminó al popular que no haya ejecutado las inversiones que llegan desde el Gobierno de España. Gran parte del discurso del candidato socialista se basó en defender la gestión del presidente Pedro Sánchez en la Moncloa. Espadas tiró a veces de ironía: «Me tengo que disfrazar de vaca para que me escuche», le dijo a Moreno Bonilla. También lo interrumpió por alusiones concluyendo que él también tiene «corazoncito».

Por su parte, Juan Marín, el candidato de Ciudadanos siguió igual de plano que en el primer debate e incluso se metió en algún charco propio. Hizo de escudero de las políticas del PP, y las defendió mejor que Moreno Bonilla. Marín lo tiene todo perdido, tiene que arriesgar y lo apostó todo a defender la gestión de la Junta, incluso de las competencias del PP. También señaló a Inma Nieto los años que el PSOE gobernó Andalucía gracias a IU, quizás sin recordar que Susana Díaz gobernó gracias a él. El momento más cómico lo protagonizaron «las torrijas» del sanluqueño. Olona las mencionó en alusión a un vídeo que el vicepresidente grabó en el confinamiento cocinando torrijas con manzanilla de Sanlúcar: ¿Sabe hacer usted torrijas?, le contestó. «Guárdame para el Kichi», dijo Rodríguez que ya había sufrido un ataque personal de Olona anteriormente.

Y para torrija, la de Moreno Bonilla que interpretó bien el papel de hombre sereno y tranquilo. El candidato popular pudo ser el vencedor porque con las encuestas a favor no sufrió un desgaste mayor que el que pueda sufrir con los ataques en mítines y ruedas de prensa. A pesar de sentirse incómodo en algún momento, no perdió los papeles y incluso agradecía las interrupciones para no tener que hablar. La actitud de Olona ofreciéndole la vicepresidencia fue casi acoso: «señora haga usted su debate, que yo haré el mío», llegó a decir algo molesto en dos ocasiones. Hacerlo sentir incómodo fue el propósito de Olona, hasta el punto de recordarle el pacto por el que es presidente y del que reniega Moreno. «No se olvide usted que es presidente gracias a Vox». El candidato socialista recogió el guante para pellizcar a Moreno Bonilla, que prácticamente ni se inmutó.

El debate de las elecciones andaluzas en Canal Sur estuvo moderado por los periodistas Blanca Rodríguez y Fernando García con una puesta en escena cuidada y solvente.

Licenciado en Periodismo. Actualmente en Sevilla Actualidad y La Voz de Alcalá. Antes en Localia TV y El Correo de Andalucía.

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