Hoy, como cada 10 de agosto, la Fundación Blas Infante ha rendido homenaje al padre de la patria andaluza, asesinado la madrugada del 11 de agosto de 1936. Se cumple 86 años desde que los falangistas dispararon a Blas Infante en el kilómetro 4 de la carretera de Carmona (Sevilla), punto en el que se han dado cita decenas de organizaciones civiles y políticas.

En el acto, conducido por Antonio Manuel Rodríguez, andalucista y patrono de la Fundación, se ha recordado la memoria de quién dio su vida por Andalucía, un revolucionario que sigue vivo: «Blas Infante era un hombre bueno al que arrojaron a una fosa común pero no al olvido, como a tantas personas en Andalucía».

«Decía Blas Infante que en Andalucía no hay extranjeros, y es así porque nuestra alma es universal, porque somos andaluces porque hemos decidido libremente serlo», ha continuado Rodríguez. Y ha añadido que «hemos venido para que cada flor que depositemos sea nuestra manera de comprometernos con una Andalucía más libre, justa y solidaria».

Durante el acto, como ya adelantaba Rodríguez, se han depositado flores a los pies de la estatua que lo recuerda en el mismo lugar donde fue fusilado. «Ponemos flores a Blas Infante para recordar que sigue vivo y que sus ideas y su pensamiento siguen vigentes y siguen siendo absolutamente necesarias», ha afirmado la Fundación que guarda su memoria.

Blas Infante, un revolucionario

El patrono de la Fundación Javier Escalera, ha recordado que «el grito de ¡Viva Andalucía Libre! constituye toda una declaración revolucionaria» y «fue un revolucionario que entendía la revolución en su auténtico sentido de transformación radical de situaciones injustas»

Escalera ha dicho de él que «en un tiempo oscuro, en el que parece que todo se derrumba, es cuando más necesario se hace reivindicar la luz del pensamiento de Blas Infante».

«Blas Infante fue un revolucionario que entendía la revolución en su auténtico sentido de transformación radical de situaciones injustas»

Javier Escalera, patrono de la Fundación Blas Infante

Por su parte, el vicepresidente de la Fundación, Javier Delmás Infante ha expresado el carácter integrador del homenaje: «No es partidista ni particular y nadie debe sentirse excluido». En referencia a los ataques que viene sufriendo la figura de Blas Infante, Delmás, ha dicho que «para aquellos que se esconden detrás de algunas redes sociales: aquí estamos por si necesitan alguna aclaración». «La de hoy es una cita con la vida y no con la muerte, con la esperanza y no con el silencio», ha sentenciado.

El acto concluyó con la actuación de A Palos entonando un flamenco rebelde porque «este pueblo en vez de empuñar un fusil empuña la garganta».

86 años del asesinato

Se cumplen 86 años del asesinato de Blas Infante. Dos falangistas acompañados por el general Crespo lo arrestaron el 2 de agosto de 1936, dos semanas después de levantamiento militar, en Villa Alegría, su casa de Coria del Río. Fue fusilado la madrugada del 10 al 11 de agosto en el kilómetro 4 de la carretera de Carmona, en Sevilla.

De Coria fue trasladado al Ayuntamiento de Sevilla, para finalmente ser apresado en la cárcel que los falangistas habían habilitado en el antiguo cine Jáuregui. Antes de ingresar en esta improvisada prisión, pasó por la Cámara Agrícola de Sevilla, en la calle Trajano. Su esposa, María Angustias García Parias, intentó evitar su asesinato durante el trayecto por la conocida como ‘ley de fugas’ llamando a su tío, Pedro Parias, gobernador de la ciudad en esa época,.

En la madrugada del 10 de agosto de 1936, los falangistas le metían en un furgón junto a al alcalde de Sevilla en aquella época, Fernández de la Bandera, Emilio Barbero Núñez, teniente alcalde de Sevilla, y los diputados socialistas Manuel Barrios Jiménez y Fermín de Zayas. Blas Infante fue asesinado en el kilómetro 4 de la carretera Carmona-Sevilla, frente a la tapia del cortijo Gota de Leche, donde cada 10 de agosto la Fundación Blas Infante le rinde un sentido homenaje, con una ofrenda floral en el que participan numerosos colectivos de la sociedad andaluza.

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