El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, interviene en el debate sobre el estado de la Comunidad en el Pleno del Parlamento. - ROCÍO RUZ/EUROPA PRESS
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, interviene en el debate sobre el estado de la Comunidad en el Pleno del Parlamento. - ROCÍO RUZ/EUROPA PRESS

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, intentó este sábado en Córdoba presentar como un logro la gestión del retraso en el programa de cribado de cáncer de mama, asegurando que los programas preventivos del sistema público salen «reforzados». La afirmación llega tras semanas de críticas de profesionales y pacientes, y después de que la Administración reconociera fallos en una de las herramientas esenciales para la detección precoz de tumores.

Moreno defendió que su Gobierno actuó «de manera directa», aunque ni en Córdoba ni en intervenciones anteriores ha aportado fechas, cifras de mujeres afectadas ni plazos de normalización. Aun así, sostuvo un relato triunfalista: «Cuando hay un problema hay dos maneras de enfrentarse a él. Nosotros lo hemos reconocido, hemos pedido disculpas, hemos puesto un plan de choque y hemos asumido responsabilidades».

El presidente afirmó que las medidas «no solo han servido para corregir los fallos detectados en el cribado de cáncer de mama», sino también para fortalecer el conjunto de los programas preventivos del sistema sanitario andaluz. «Los cribados, no solamente este, sino el resto, han salido reforzados», insistió.

Sin embargo, el discurso choca con la crítica que han trasladado sociedades científicas, plataformas de mujeres y sindicatos sanitarios, que cuestionan cómo puede considerarse un refuerzo un programa que ha acumulado retrasos en citaciones, derivaciones bloqueadas y disminución temporal de cobertura diagnóstica.

En su comparecencia, Moreno evitó concretar cuántas mujeres se quedaron fuera del calendario de cribado, cuántas continúan a la espera o qué recursos adicionales se han incorporado realmente más allá del término genérico «plan de choque». Tampoco aclaró qué mecanismos de control habrá para evitar que vuelva a ocurrir, limitándose a un mensaje político de “gestión solvente” que convierte un error estructural en un supuesto avance sanitario.