El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha presidido en el Palacio de San Telmo el acto institucional del Día de la Bandera de Andalucía, una jornada que rememora las históricas manifestaciones del 4 de diciembre de 1977, cuando cientos de miles de andaluces salieron a la calle para reclamar autonomía plena.
La celebración, que será la última para Juanma Moreno antes de las próximas elecciones, llega en un momento especialmente incómodo para el PP andaluz, inmerso en una pérdida de impulso político marcada por la crisis del cribado de cáncer de mama y por la reciente investigación de la UCO sobre el escándalo de corrupción en la Diputación de Almería vinculado a dirigentes del propio partido. Ambos frentes han erosionado la imagen del Gobierno andaluz y han puesto en cuestión el modelo de gobierno.
Durante el acto del 4D, la periodista almeriense Isabel Jiménez, ha animado a las nuevas generaciones a que conozcan la histórica fecha que hoy se conmemora. La presentadora de Informativos Telecinco ha sido la encargada de hacer el elogio a la bandera. También ha lanzado un mensaje de unidad en un momento que ha catalogado como «de continuo enfrentamiento y de buscar siempre la debilidad del otro». Se ha izado la bandera blanca y verde y se ha reivindicado el espíritu de unidad que caracterizó el 4D.
48 años atrás
El 4 de diciembre de 1977 es uno de los momentos más significativos de la Transición en Andalucía. Las manifestaciones, convocadas simultáneamente en las ocho provincias, expresaron un clamor popular para que la comunidad alcanzara las mismas competencias que otras regiones históricas.
Este año, la conmemoración adquiere un significado especial tras la reciente entrega en el Congreso de los documentos del caso García Caparrós, el joven malagueño que murió durante una de aquellas manifestaciones. Su figura se ha convertido en símbolo del precio que algunos pagaron por la autonomía andaluza.
Las hermanas de Manuel José García Caparrós han reclamado justicia y el reconocimiento oficial de su hermano como víctima del terrorismo, celebrando que por fin hayan recibido las actas ocultas durante décadas y anunciando que seguirán investigando su contenido. «Seguiremos luchando por lo que a él le pertenece», afirmó Loli Caparrós durante la ofrenda floral en Málaga, quien agradeció el apoyo recibido al asegurar que «hoy estamos tan arropados que me da mucho sentimiento pensar que el 4 de diciembre del 77 él estuvo tan solito ahí». La familia quiere ahora «cerrar este círculo» y estudiar a fondo las más de dos mil páginas y audios para «ver qué pasó aquel día y para que se sepa la verdad», al tiempo que reclama que se haga justicia reconociendo a Manuel José como lo que, insisten, fue: «una víctima de violencia injusta que pagó con su vida por defender la autonomía andaluza».

