La Fiscalía de Sevilla ha decidido archivar la denuncia presentada por la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Sevilla (Amama), que alertaba de un supuesto borrado de mamografías en las plataformas digitales del Servicio Andaluz de Salud (SAS). El Ministerio Público concluye que no existen indicios de delito ni de revelación de secretos ni de daño informático, las figuras penales que planteaba la entidad.

Según el decreto fiscal, la caída del sistema se produjo por una «avalancha de peticiones» que saturó los servidores e impidió su funcionamiento normal. Esta situación —añade— generó la percepción de que se habían eliminado pruebas, pero el análisis técnico descarta cualquier manipulación deliberada. En consecuencia, la Fiscalía determina que no hubo borrado y que nunca llegó a producirse conducta delictiva.

A la denuncia inicial de Amama se sumó posteriormente el Defensor del Paciente, que advertía de una posible destrucción de documentos clínicos sensibles y señalaba posibles delitos relacionados con la custodia de información, la intimidad de las afectadas y el desempeño de funciones públicas. Ninguna de estas hipótesis ha quedado acreditada.

El Ministerio Público resalta en su resolución que los datos médicos de las denunciantes se mantienen «íntegros, auténticos y coincidentes», sin rastro de alteraciones ni errores de manipulación humana. Tampoco existe evidencia técnica de que se modificaran nomenclaturas o se produjera una acción contraria a los protocolos clínicos.

La denuncia fue presentada el 21 de octubre por la presidenta de Amama, Ángela Claverol, tras detectar supuestas incidencias en el programa de cribado del cáncer de mama. El consejero de Sanidad, Antonio Sanz, negó desde el primer momento que se hubiera producido un borrado de historiales. La Fiscalía respalda ahora esa versión y pone fin al procedimiento al concluir que la incidencia se debió exclusivamente a una saturación del sistema.