La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha confirmado la captura y marcaje de un lince ibérico adulto en el término municipal de Cabra (Córdoba), dentro del área de influencia del Parque Natural de las Sierras Subbéticas. El hallazgo supone un avance extraordinario para la conservación de la especie en el centro de Andalucía, una zona donde no existían registros de presencia estable desde hace décadas.

La protagonista de este hito es una hembra adulta, bautizada como Igabrum, en referencia al nombre romano de la ciudad. Aunque ya había sido detectada de forma esporádica desde 2024, su captura controlada y posterior radiomarcaje con un collar GPS permiten, por primera vez, obtener datos científicos detallados sobre el uso del territorio en esta comarca clave para la conectividad ecológica del lince ibérico.

Un avance clave en la expansión natural del lince

La actuación ha sido desarrollada por el personal técnico del Plan de Recuperación del Lince Ibérico, con apoyo de los agentes de Medio Ambiente. El dispositivo incluyó sistemas de trampeo selectivo y estrictos protocolos veterinarios para garantizar el bienestar del animal. Tras su sedación controlada, se le colocó el collar GPS y se tomaron muestras biológicas para estudios genéticos y sanitarios. La hembra fue liberada posteriormente en perfecto estado.

El seguimiento de Igabrum permitirá analizar la conectividad entre las poblaciones andaluzas, identificar corredores naturales y estudiar movimientos, áreas de campeo y hábitos de dispersión. Esta información es esencial para comprender cómo se expande la especie hacia nuevas sierras y campiñas, especialmente en territorios emergentes como el subbético cordobés.

Andalucía, epicentro de la recuperación de la especie

El avance registrado en Cabra forma parte de un proceso de recuperación sin precedentes. Hace apenas veinte años, el lince ibérico estaba al borde de la extinción, con solo 94 ejemplares supervivientes, casi todos en Andalucía. Hoy, según los datos más recientes, existen 2.401 linces en la península, de los cuales 836 viven en Andalucía.

La población andaluza casi ha duplicado sus efectivos desde 2019, consolidándose como el motor de recuperación de la especie. Este éxito se explica por una larga cadena de proyectos europeos LIFE, la colaboración entre administraciones, científicos, fincas privadas, sociedades de cazadores, agricultores y entidades conservacionistas.

Todos los linces actuales descienden de 75 hembras andaluzas, lo que demuestra el papel central de la comunidad autónoma como núcleo originario de la recuperación.

Cinco núcleos reproductores consolidados

Andalucía cuenta actualmente con cinco áreas clave donde la reproducción del lince está totalmente asentada:

  • Doñana–Aljarafe
  • Sierra Morena Oriental
  • Sierras Subbéticas
  • Campiñas del Guadalquivir
  • Áreas de conexión

Estas zonas forman la columna vertebral de la metapoblación andaluza, permitiendo al felino explorar, dispersarse y recolonizar territorios donde llevaba ausente décadas. El marcaje de Igabrum confirma que la comarca de Cabra comienza a integrarse en esta red de expansión natural.

Un hito que coincide con el Congreso Internacional del Lince Ibérico en Sevilla

El hallazgo se produce en un momento especialmente significativo. La próxima semana, del 25 al 27 de noviembre, Sevilla acogerá el Congreso Internacional sobre el Lince Ibérico, bajo el lema “Visión compartida, acción coordinada”. El encuentro reunirá a técnicos, científicos y autoridades de España y Portugal para analizar los avances logrados y preparar un nuevo proyecto LIFE que dará continuidad al trabajo de conservación.

El congreso busca consolidar una visión común sobre el futuro del lince en Europa, destacando que su recuperación es uno de los grandes éxitos colectivos de la conservación de la biodiversidad en el continente. En este contexto, el descubrimiento y marcaje de Igabrum en Cabra adquieren un valor simbólico especial, al representar la expansión del felino hacia nuevas áreas en pleno corazón de Andalucía.