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La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha reforzado en la última década una de las estrategias clave para garantizar la productividad del águila imperial ibérica (Aquila adalberti): la reparación de nidos naturales desmoronados y la instalación de plataformas artificiales que imitan las estructuras originales. Esta línea de trabajo, integrada en el Plan andaluz de Recuperación de la especie y en sintonía con la Estrategia estatal de Conservación aprobada en 2001, busca frenar una de las principales causas de fracaso reproductor: la pérdida de nidos por caída o derrumbe.
El águila imperial ibérica, una de las rapaces más emblemáticas de la península, habita en sierras, dehesas y campiñas, donde suele nidificar en árboles de gran porte como eucaliptos, pinos o quercíneas. Sin embargo, la escasez de árboles adecuados y la fragilidad estructural de algunos nidos, acentuada por fenómenos meteorológicos adversos, comprometen la cría. En ocasiones excepcionales, las parejas incluso han construido sus nidos en torretas eléctricas.
Para dar respuesta a esta problemática, desde 2012 se han instalado plataformas artificiales en 25 territorios andaluces, distribuidos en zonas estratégicas: Doñana (8), Jaén (5), Cádiz (4), Sevilla (4), Granada (2) y Córdoba (2). La instalación de estas estructuras ha estado a cargo de personal especializado en trabajos en altura de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía (AMAYA), bajo la dirección técnica de los especialistas del Plan de Recuperación.
Los resultados avalan la eficacia de esta medida. En 2024, un total de 12 parejas reproductoras utilizaron con éxito estas plataformas, lo que representa un 7,3% de las 164 parejas censadas en Andalucía. Según destacan los técnicos del plan, «el uso continuado de algunas de estas plataformas está permitiendo consolidar territorios y garantizar la seguridad de las crías», a lo que añaden que «cada año se incrementa el número de estructuras ocupadas, lo que evidencia la utilidad y eficacia de esta herramienta».
La tendencia se ha mantenido en la primavera de 2025, con 11 parejas nidificando en nidos artificiales en distintas provincias. Entre ellas destacan dos nuevas ocupaciones simbólicas. En Vilches (Jaén), una pareja ha retomado la cría en una plataforma instalada tras el derrumbe de su nido en 2022, que provocó la muerte de un pollo y obligó al rescate de otros dos. Esta temporada, el nuevo nido acoge con éxito a dos pollos. El segundo caso se ha registrado en Cazalla de la Sierra (Sevilla), donde otra plataforma ha sido utilizada por primera vez y ya ha dado lugar al nacimiento de un pollo.
«Estos resultados son fruto de un esfuerzo continuado en el tiempo y del trabajo coordinado entre los técnicos de la Consejería, los Agentes de Medio Ambiente y los profesionales de AMAYA, que hacen posible el seguimiento, la toma de decisiones y la ejecución de actuaciones en condiciones muchas veces difíciles», subrayan los responsables del plan, que reconocen «el compromiso de todo el personal, especialmente de quienes trabajan sobre el terreno».
Además de aumentar la productividad, estas plataformas ofrecen un beneficio añadido: muchas son reutilizadas en temporadas posteriores por las mismas parejas, lo que refuerza la estabilidad territorial y la continuidad de los ciclos reproductivos.
Con estas medidas, la Junta de Andalucía consolida su compromiso con la conservación de una de las especies más singulares de la fauna ibérica, al tiempo que se posiciona como referente en la aplicación de soluciones prácticas para mejorar el éxito reproductor de especies amenazadas.