Ecologistas en Acción de Huelva y colectivos ciudadanos de la Cuenca Minera han denunciado que el nuevo proyecto presentado por la empresa que gestiona el vertedero tóxico de Nerva, Diseño de Soluciones Medioambientales (DSM), contradice el compromiso de la Junta de Andalucía de proceder al «cierre ordenado» de estas instalaciones. Según señalan, el plan incluye el sellado definitivo de los vasos en 2041, pero contempla la construcción de nuevas plantas para seguir recibiendo y tratando residuos peligrosos y no peligrosos antes, durante y después de esa fecha.
El proyecto, que estará en información pública hasta el 29 de septiembre, prevé la instalación de una planta de tratamiento de lixiviados y aguas industriales externas, así como otra de lavado y biorremediación de suelos contaminados con hidrocarburos, metales pesados y plaguicidas. Para los ecologistas, se trata de «una versión ampliada» del plan presentado en 2019 y «un supermercado de residuos maquillado bajo el discurso de la economía circular», que podría perpetuar la actividad del vertedero a escasos 700 metros del casco urbano.
Las organizaciones denuncian que estas modificaciones «pueden variar en el tiempo de vida útil de los depósitos», lo que abre la puerta a sucesivas prórrogas que mantendrían en funcionamiento el complejo «a perpetuidad». En este sentido, recuerdan que desde 2022 la Junta viene asegurando que se estaba trabajando en la clausura del vertedero, pero consideran que en realidad «se está condenando a Nerva a ser el retrete tóxico de medio mundo».
Ecologistas en Acción, junto con las plataformas Antivertederos Nerva y Nerva, Salud y Dignidad, han anunciado que presentarán alegaciones técnicas, jurídicas y sanitarias contra el proyecto, como ya hicieron en 2019. Su objetivo es lograr el cese definitivo de la actividad de DSM y la clausura del vertedero, al que acusan de deteriorar la vida, la salud y la economía del municipio minero desde hace casi tres décadas.