La Policía Nacional ha detenido a tres personas —dos hombres y una mujer— que planeaban una serie de atracos violentos a entidades bancarias en las provincias de Málaga y Cádiz. Los arrestos se produjeron el pasado 26 de junio en la localidad malagueña de Estación de Cártama, donde los sospechosos fueron sorprendidos en pleno asalto a una sucursal bancaria.
Según informa la Dirección General de la Policía, los detenidos contaban con antecedentes por robos violentos en España e Italia y habían desarrollado un meticuloso plan de vigilancia en al menos siete sucursales bancarias durante el mes de junio. Realizaban seguimientos diarios para observar los movimientos de los empleados y la frecuencia de paso de patrullas policiales.
La investigación se inició tras el hallazgo en un zulo, en una zona boscosa, de un “kit del robo violento” que incluía armas de fuego, vestimenta policial falsa y chalecos antibalas. Este hallazgo, junto con otras evidencias, permitió a los agentes identificar al principal sospechoso, quien ya fue condenado en 2002 por nueve atracos en tan solo nueve meses.
Disfrazados y armados
El día del atraco, los dos hombres accedieron al banco disfrazados con gorras, pelucas y otros elementos, mientras la mujer esperaba en el exterior en un vehículo con el motor en marcha. Los atracadores utilizaron una motocicleta robada para acercarse al lugar y planearon huir con ella tras el robo.
Gracias a un dispositivo policial previo, y tras ser alertados por el servicio de seguridad del banco, los agentes detuvieron a los asaltantes en la puerta de la sucursal cuando intentaban huir con un botín de 108.500 euros, dos armas simuladas y una granada de mano. La mujer fue arrestada a unos 100 metros, dentro del coche preparado para la fuga.
Las imágenes de las cámaras de seguridad muestran a los atracadores actuando con rapidez y coordinación, controlando a clientes y empleados mientras esperaban la apertura de la caja fuerte. La policía destaca la alta profesionalidad del grupo y su experiencia en este tipo de delitos.
La operación refuerza el control policial sobre grupos criminales especializados en robos violentos en el sur de España y pone fin a una nueva amenaza contra la seguridad bancaria.