La Conferencia de Presidentes celebrada en Barcelona ha concluido sin avances significativos y con un claro aumento de la tensión política. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha aprovechado su turno de intervención para lanzar una petición directa y sin precedentes a Pedro Sánchez: que disuelva las Cortes y convoque elecciones generales. «Permita a los españoles decidir», le ha reclamado, subrayando que la situación política es «insostenible» y marcada por la «parálisis» del Gobierno central. El gesto ha supuesto un salto cualitativo en la escalada verbal entre el Gobierno andaluz y el Ejecutivo de Sánchez, que vive uno de sus momentos más convulsos.
El encuentro, que pretendía ser un espacio de diálogo institucional, terminó por convertirse en un escaparate de diferencias. Moreno, que habló en cuarto lugar según el orden estatutario, se alineó con el resto de presidentes autonómicos del Partido Popular, todos ellos reclamando la convocatoria de elecciones. El presidente andaluz denunció la falta de avances reales y calificó el foro como una «sucesión de monólogos» sin acuerdos tangibles. A su juicio, el Gobierno de Sánchez no solo ha perdido la capacidad de gobernar, sino que «ni siquiera es capaz de presentar unos presupuestos».
En su intervención, Moreno centró gran parte de sus reivindicaciones en asuntos económicos, especialmente en financiación autonómica. Exigió la convocatoria urgente del Consejo de Política Fiscal y Financiera y la puesta en marcha de un nuevo modelo de financiación. Recordó que Andalucía ha dejado de percibir más de 1.500 millones de euros solo en el último año y solicitó la creación de un fondo de nivelación para corregir el déficit estructural de las comunidades peor financiadas. También instó al Gobierno a actualizar las entregas a cuenta, que la Junta cifra en más de 1.540 millones pendientes a 31 de mayo.
Otra de las grandes demandas andaluzas fue en el ámbito de las infraestructuras. Moreno denunció el bajo nivel de inversión estatal en Andalucía, que sitúa a la comunidad como la penúltima en ejecución de infraestructuras ferroviarias. Reclamó avances en treinta proyectos clave, entre ellos los corredores Atlántico y Mediterráneo, la línea Algeciras-Bobadilla, el AVE a Huelva o el Tren Litoral de la Costa del Sol. En materia energética, pidió 544 millones de euros para mejorar las redes de transporte eléctrico, especialmente en provincias como Almería, Granada, Jaén y Córdoba, que sufrieron graves consecuencias durante el apagón del pasado 28 de abril.
La vivienda fue otro punto de fricción. Moreno defendió la gestión autonómica, recordando que Andalucía cuenta con el mayor parque público de viviendas del país, con un 41 % del total. Según los datos aportados, entre 2019 y 2024 se han promovido 13.010 viviendas públicas, cuadruplicando las cifras del anterior mandato. Reclamó que cualquier nuevo plan estatal se plantee desde la cooperación, sin imponer condiciones, y volvió a exigir un plan nacional antiocupación con garantías jurídicas para los propietarios frente a impagos.
En su comparecencia final, Moreno subrayó que, aunque su intención es agotar la legislatura andaluza hasta 2026, un adelanto electoral por parte de Sánchez sería «un incentivo» para valorar una coincidencia de fechas. «La legislatura está finiquitada», sentenció, aludiendo al clima político que, a su juicio, se ha deteriorado gravemente por los escándalos de corrupción y el desgaste institucional. A pesar de la larga duración de la reunión, las diferencias quedaron más expuestas que nunca, con un Juanma Moreno reforzando su perfil opositor en clave nacional y escenificando la ruptura con el Ejecutivo central.