El precio de la bombona de butano ha registrado un nuevo aumento, alcanzando su nivel más alto desde noviembre de 2022. Este incremento, se suma a la ya complicada situación energética que enfrentan muchos hogares en España, donde el gas licuado sigue siendo una fuente fundamental para la calefacción y la cocina, especialmente en zonas rurales y hogares con menor acceso a gas natural.
El coste actualizado de la bombona es de 18 euros, lo que representa una subida significativa respecto a meses anteriores. Esto responde a diversas causas, entre ellas la volatilidad de los precios internacionales del gas, así como los ajustes regulatorios que se aplican periódicamente para reflejar las fluctuaciones de mercado.
Este incremento tiene un impacto directo en el bolsillo de las familias, que ven como los gastos domésticos se encarecen en plena temporada de transición al verano, cuando todavía se usa el gas para el agua caliente y la cocina. Organismos y asociaciones de consumidores ya alertan sobre la necesidad de medidas que mitiguen el impacto en los sectores más vulnerables.
Por otro lado, expertos recuerdan que, aunque el precio del butano haya subido, el Gobierno sigue manteniendo un sistema de compensación y control para evitar que los precios se disparen de forma desmedida, pero las tensiones internacionales y el coste del suministro global siguen condicionando la estabilidad del mercado.
Las familias se ven obligadas a buscar alternativas energéticas más eficientes o a ajustar sus consumos para minimizar el impacto económico, mientras que las autoridades analizan cómo equilibrar la sostenibilidad económica con la seguridad energética y social.