Sumar Andalucía ha apoyado una iniciativa abierta por madres y padres para tratar de dar la vuelta a la situación que viven muchos adolescentes a la hora de usar los teléfonos móviles y las redes sociales en exceso.
Estos últimos días se ha celebrado una reunión entre miembros de Movimiento Sumar Andalucía, de la Asociación Educación Digital Responsable y del movimiento a nivel andaluz Adolescencia Libre de Móviles para alertar de la creciente preocupación de madres y padres andaluces sobre el uso excesivo de sus hijos en horario lectivo y fuera de las aulas.
Roberto del Tío y Esperanza Gómez, miembro del Grupo Coordinador estatal y diputada andaluza respectivamente, aseguraron que «se prohíbe el uso de móviles durante el horario lectivo, recreos, actividades complementarias y extraescolares», salvo con fines didácticos y con criterios pedagógicos justificados».
No obstante, la Instrucción que se refleja en el BOJA de la Junta de Andalucía no se está cumpliendo debido a la forma en la que ha de retirarse el dispositivo al alumnado: de manera voluntaria por parte del estudiante, apagado y en presencia de dos miembros del equipo directivo que lo supervisen.
Una nueva forma planteada para solucionar el problema
En la reunión establecida se planteó otra fórmula para conseguir que el alumnado se mantenga alejado de los riesgos que supone el uso indiscriminado de los smartphone. La clave pasa por aportar más información para la mayor concienciación de las familias a través de diferentes estrategias donde los padres y madres asuman más responsabilidad, primero, a través del pacto de familias para retrasar su uso y, además, no dejando que sus hijas e hijos lleven los dispositivos a los centros educativos.
Desde el mismo partido político comenta que «sin obviar el hecho de que las nuevas tecnologías contribuyen al progreso de las sociedades desarrolladas, hay que alertar sobre los peligros y los riesgos que conllevan su uso, especialmente el que se hace de ellos en edades tempranas».
De hecho, recientemente la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha recomendado no usar pantallas hasta los 6 años, no más de una hora diaria.