«Debemos ahondar en las noticias para evitar así ser objeto de manipulación informativa», así de tajante se muestra Salud Toscano Cárdenas, una de las asistentes al taller de La Prensa en Andaluz, proyecto en el que me estreno en el día de hoy. El lugar elegido, Cádiz, la Tacita de Plata. En esta ocasión, nos hemos desplazado hasta el Centro de Participación Activa de Mayores La Caleta. Venimos a hablar del panorama mediático actual, tanto en España como en Andalucía, para debatir sobre ello y generar un espíritu crítico. Todos los presentes coinciden en señalar la necesidad de contrastar las noticias y no quedarse en lo superficial, en los titulares y reseñas. Y en este sentido, muchos subrayan que las redes sociales inciden de manera muy negativa, pues hacen circular noticias falsas y carentes de veracidad.

Es cierto que vivimos en un país en el que contamos con pluralidad informativa, algo digno de valorar. No cabe duda que existe mucha información al alcance del ciudadano, información de distintas formas y colores y que responde a diferentes orientaciones políticas y líneas editoriales. Lo que no está tan claro es que la persona que consume esa información indague y contraste. Luchar contra la manipulación informativa es una tarea que nos compete a todos y a todas. No debemos encerrarnos en una sola noticia con un único punto de vista, sino que hay que ir más allá: «debemos evitar que la información que nos llegue sea sota, caballo y rey, y no dejar que los medios piensen por nosotros, ni permanecer impasibles», subraya Salud.

Proyectos como La Prensa en Andaluz contribuyen a que la población esté mejor informada, acercándole la realidad de los medios de comunicación, tanto los tradicionales como los digitales, todavía, quizás, los grandes desconocidos para personas de avanzada edad, pero tan populares entre los más jóvenes. Despertar un espíritu crítico entre nuestros asistentes ayuda quizás a que aprendan a distinguir entre bulo e información propiamente dicha.

De este modo, debemos investigar el origen de las noticias, porque la vida y la información son mucho más que simples titulares. Debemos preguntarnos qué hay detrás de la información que nos llega: ¿está distorsionada u obedece a un por qué?, ¿quiénes son los protagonistas?, ¿qué, dónde, cuándo y cómo ha pasado? Para ello, hacemos un ejercicio. Leemos en voz alta titulares que han destacado y sonado en estas últimas semanas y resultan familiares para la mayoría de los presentes. Son capaces de explicarnos en profundidad que hay detrás de esas palabras impactantes y cuál es el hilo conductor de la historia que ahora tienen delante. Y es que las personas adultas se informan a través de los informativos de radio y televisión, programas de opinión y debate, así como la prensa escrita. Tienen claro que una noticia debe informar y nunca manipular y que si se trata de información pura y dura, el periodista ni debe ni tiene que opinar. El entretenimiento, eso, ya es otra cosa. Ante todo, se debe buscar la veracidad de la información, una información clara, contrastada y sin sesgos.

María Lourdes Álvarez Pérez

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