El Laboratorio de Ingeniería de la Construcción de la Universidad de Granada ha acogido el demostrativo de un nuevo tipo de pavimento asfáltico con capacidades sensitivas y auto-reparadoras: ‘las carreteras del futuro’.

Esta infraestructura de «carreteras del futuro» pretende mejorar la seguridad vial, aumentar la vida de servicio de nuestras carreteras y disminuir sus costes de mantenimiento y explotación. Para ello, se han incorporado tecnologías basadas en dos fenómenos físicos (la ‘piezoresistividad’ y la primera ley del efecto Joule), de forma que el pavimento pueda detectar el paso de vehículos, enviar información sobre la carga que transportan o sobre el estado de deterioro del firme, o pueda auto-calentarse.

El pavimento tratará de adaptarse a los cambios climáticos (siendo capaz de fundir el hielo o la nieve) y de auto-regenerarse cuando se produzca su desgaste. Además, sería capaz de medir el número de vehículos que circulan por él a través de una red de sensores incorporados en su interior

Estos trabajos están siendo desarrollados dentro del proyecto europeo Mastro (Intelligent bulk materials for Smart transport industries), financiado por el programa Horizonte 2020.

Una sección de carretera de dos metros cuadrados

Para evaluar estas tecnologías, los investigadores de la UGR han construido una sección de carretera a escala real con una superficie de 2 m2, la cual está siendo sometida a cargas que simulan el paso del tráfico y las condiciones de servicio, y que se encuentra monitorizada a través de sensores que miden las tensiones y deformaciones producidas, y la temperatura y humedad del pavimento.

LabIC.UGR cuenta con unas instalaciones únicas en nuestro país, ubicadas en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la UGR, para el desarrollo de demostrativos a escala 1:1. Desde hace más de una década, este grupo de investigación es un referente a nivel internacional en el estudio y desarrollo de tecnologías y materiales para infraestructuras del transporte (carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos).

La importancia de la transferencia

Los profesores de la UGR responsables de LabIC.UGR, Mª Carmen Rubio Gámez y Fernando Moreno Navarro, afirman que este tipo de experiencias “son una muestra clara del éxito de la transferencia de conocimiento universidad-empresa y que suponen un paso más en materia de innovación en el ámbito de la ingeniería civil”.

Como explica Mª Carmen Rubio, «gracias a nuestras investigaciones hemos logrado diseñar mediante materiales sostenibles (como caucho de neumáticos usados o áridos reciclados de pavimentos deteriorados), carreteras de larga duración amigables con el medio ambiente, que consumen menos recursos naturales y contaminan menos. Estas infraestructuras no solo están perfectamente alineadas con el modelo productivo de economía circular, sino que también mejoran las prestaciones mecánicas y el confort de los usuarios que circulan por ellas”».

Por su parte, Fernando Moreno destaca que las investigaciones desarrolladas en LabIC.UGR «buscan satisfacer las demandas de las carreteras del futuro, en las que la sostenibilidad y durabilidad son innegociables, pero también será necesario dotarlas de características multifuncionales que permitan mejorar la comunicación con la infraestructura (de manera que pueda conocerse en tiempo real el número y tipo de vehículos que circula por ella, su estado de deterioro, etc.) y hacer más eficiente su mantenimiento (adaptándose mejor a los cambios climáticos, minimizando las tareas y costes de reparación, etc.)». Un claro ejemplo de esta transferencia son los MASAI (Materiales Asfálticos Sostenibles, Automatizados e Inteligentes) que ya se han implementado en algunas carreteras andaluzas.

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