incendios en asentamientos
incendios en asentamientos

Los asentamientos llevan en Andalucía más de 20 años, donde cohabitan alrededor de 2000 personas. Todos los años se repiten estos incendios

El último incendio en infraviviendas se ha producido en Lucena del Puerto (Huelva) en la madrugada del miércoles 19 de mayo. Dos personas han fallecido de las que no han trascendido sexo ni identidad hasta el momento. También han atendido a una tercera persona por crisis de ansiedad con la intervención del equipo móvil de atención primaria de San Juan del Puerto y el Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) de Bonares.

El incendio se produjo sobre las 3:00 de la mañana y no se consiguió extinguida hasta pasadas las 5:30. Efectivos de Bomberos del Consorcio provincialGuardia Civil, quien investiga las causas del mismo, Policía Local, agentes del Plan Infoca y Cruz Roja ha intervenido en el siniestro.

Incendios que se repiten todos los años

Otro incendio de estas características ocurría el pasado 16 de mayo en un asentamiento chabolista en Palos de la Frontera (Huelva). No hubo que lamentar ninguna muerte, pero dos personas, un hombre y una mujer, resultaron heridas de carácter leve.

Ocurrió minutos antes de las 2:30 de la mañana cuando el Servicio de Emergencias recibió varias llamadas alertando del incendio. 180 personas quedaron afectadas tras arder sus chabolas. Afectó a cuatro hectáreas y a un 60% de las chabolas, según informaron los Bomberos al 112. Desde Cruz Roja, la ONG ACCEM y el Ayuntamiento, ofrecieron asistencia social a estas personas.

El pasado año, un incendio en el asentamiento charolista de Atochares de Níjar (Almería) dejó a más de 200 personas de origen subsahariano en la calle perdieron todo, incluida la documentación. El incendio no se saldó ninguna vida, pero los daños causados fueron irreparables para estas personas. A este se suma el ocurrido en 2019 en el mismo lugar, donde ardieron 60 chabolas y resultaron heridas varias personas.

Incendio en Atochares de Níjar 

Otro incendio, en los asentamientos de inmigrantes temporeros en Palos de la Frontera el pasado mes de febrero, arrasó con 400 de las 800 chabolas que habían. No hubo muertes, pero los daños fueron irreparables y decenas de persona se quedaron en la calle. La ciudadanía mostró su solidaridad con estas personas ofreciéndoles ayuda.

Estos se suman a otros incendios como el ocurrido en el polígono San Jorge de Palos de la Frontera, que arrasó con 60 chabolas donde malvivían entre 100 y 120 personas. Otros dos en Lucena del Puerto (Huelva) el pasado 11 de noviembre y 20 de julio de 2020, afectando a los temporeros inmigrantes que se asientan en la provincia de Huelva. Estos no paran de repetirse sistemáticamente todos los años si echamos la vista atrás. Miles de personas se ven afectadas por estas catástrofes todos los años, quedándose sin sitio donde vivir.

Condiciones de vida inhumanas en los asentamientos que arden

Alrededor de 2000 personas viven en estas infraestructuras. Se trata de inmigrantes de diversos países, tanto con contrato o sin él, que viven en ellos porque carecen de alternativas habitacionales y soportando durísimas condiciones de trabajo que los españoles no quieren. Las condiciones en las que habitan son infrahumanas y de insalubridad extrema, sin puntos de agua corriente, electricidad, calefacción, saneamientos o suministros de ningún tipo.

El propio relator especial sobre extrema pobreza y los derechos humanos de la O.N.UPhilip Alston, visitó los asentamientos, afirmando que estas condiciones “compiten con las peores que he visto en cualquier parte del mundo”.

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