‘Sevilla tiene dos partes, dos partes bien diferentes, una la de los turistas y otra donde vive la gente’.

Si eres sevillano o sevillana de cierta edad, seguro que has cantado alguna vez este estribillo de Pata Negra a la vez que te has sentido orgullosa de formar parte de esa Sevilla en la que vive la gente, la Sevilla de los barrios. “No se extraña un país, se extraña el barrio en todo caso”, decía el personaje de Martín en la película ‘Martín (Hache)’, de Adolfo Aristaráin.

El barrio es algo así como la unidad mínima de medida de lo identitario, el primer territorio del que no sentimos parte. A partir de ahí la cosa identitaria se complica muchísimo (que os voy a decir). Cuento todo esto porque Pino Montano constituye uno de esos muchos barrios con los que yo identifico Sevilla más allá de las postales. Un barrio creado en la década de los 60 con una amplia población de clase trabajadora, lejos del centro de la ciudad y con cierta autonomía e infraestructuras propias. El Centro de educación de Personas Adultas José Sánchez Rosa se ubica en el nuevo Pino Montano, muy cerca del teatro de TNT. Es un edificio grande con muchísimas actividades y personas participando. De hecho, este grupo en el que impartimos el taller ha sido el más numeroso con el que nos hemos encontrado (más de 30 personas) y el único, por ilustrar, en el que entró una mujer musulmana. Barrio obrero y diverso.

“¿Qué medios consultáis habitualmente?

-La Sexta.

-Mundo Obrero (Esto ha sido una auténtica novedad).

-Canal Sur. Veo ‘Andalucía Directo’, que cuenta lo que pasa en Andalucía que es lo que me interesa.

“¿Pensáis que existe una identidad andaluza? ¿Cómo ha cambiado el panorama mediático desde la manifestación del 4D por la autonomía andaluza a ahora?”

“La situación no es la misma que en la transición, entonces había que luchar por la libertad. Ahora no salimos a la calle casi por nada, pero a mí en los medios lo que me gusta ver es lo que cuentan de Andalucía, es lo que me interesa”, señaló una de las participantes. En este punto, como suele ser habitual, surge el debate con relación a la idoneidad o no de la programación de Canal Sur. “Yo no la veo nunca”, “No soporto a Juan y Medio”, “Pues a mí me gusta ‘Andalucía Directo’ y el programa de los pueblos”.

Hablamos con ellas y ellos de la veracidad de los informativos de televisión y más allá del lugar común repetido como un mantra en casi todos los talleres de “todos mienten” plantearon una cuestión a tener en cuenta por lo generalizada: “un informativo veraz es aquel que dice algo con lo que estoy de acuerdo”.

Cuando sale el tema del papel de la mujer en los medios en primer lugar señalan la diferencia en relación con años anteriores, pero una vez mostrados los datos muchas de ellas asumen los pasos que faltan por dar. Los hombres, que siempre son menos, suelen mantenerse en un segundo plano. “¿Por qué creéis que siguen reproduciéndose esos roles y estereotipos en los medios?” “Porque vivimos en un país machista”, soltó una de ellas de forma contundente.

Aunque todas reconocen su responsabilidad a la hora de educar a sus hijos e hijas en la igualdad. “Nosotras tenemos una edad y hemos educado en función de lo que nos habían enseñado, pero ahora va cambiando, nuestros hijos ya son diferentes y sus hijos también”.

Un placer conocer y aprender con estas mujeres de barrio, inquietas e informadas para las que la edad (en algunos casos más de 90 años) no es ningún impedimento.

Texto de Mar Pino

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